El apagón eléctrico nacional paraliza a toda La Rioja durante más de 4 horas

El peninsular corte del suministro eléctrico ha afectado a prácticamente toda España durante más de 4 horas, desde las 12.30 hasta pasadas las 17.00 horas. La Rioja no ha sido ajena y también se ha quedado sin luz. En toda la comunidad autónoma se ha sufrido el apagón, que ha afectado a domicilios, comercios, bancos, supermercados, empresas y centros educativos. Desde la Red Eléctrica de España han informado de que «una oscilación muy fuerte en los flujos de potencia en las redes» ha provocado «la desconexión del sistema peninsular español del europeo», lo que ha causado el colapso del suministro. Si bien en algunas partes del país ya había empezado a recuperarse el suministro de energía pasadas las 13.30 horas, y a pesar de que se estimaba en un principio que la incidencia podía durar hasta 10 horas, en nuestra región ha comenzado a regresar la electricidad sobre las 17.00 horas, primero en La Rioja Baja, después en buena parte de Logroño y, finalmente, en La Rioja Alta. No obstante, en localidades como Alfaro y Villamediana no recuperaron el suministro eléctrico hasta las 21.00.

El Centro Coordinador de Emergencias de La Rioja estableció a las 14.00 horas el Nivel 1 del Plan Territorial de Protección Civil por fallo en el suministro eléctrico y a las 16.00 pasó a Nivel 2. Desde el SOSRioja se recomendó llamar exclusivamente en caso de emergencia y abstenerse de utilizar ascensores u otras instalaciones que dependan del suministro eléctrico. El Gobierno de La Rioja no emitió un comunicado oficial hasta las 20.30 horas, en el que informó de que el Centro de Coordinación de Emergencias Operativas movilizó a 503 efectivos para responder a la situación y que SOSRioja había respondido 437 llamadas y realizado 338 expedientes que generaron 106 incidentes. Los hospitales San Pedro en Logroño y el de Calahorra recuperaron el suministro eléctrico a las 16.53 horas, por lo que pudieron recargar los equipos electrógenos que les habían permitido mantener su operatividad, aunque suspendieron las operaciones programadas para la jornada de hoy.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Logroño, que cerró la atención al público, informó pasadas las 14.00 horas de que mantenía activados los recursos de emergencias «para la atención de las incidencias derivadas de esta situación». Hubo activos 50 agentes de la Policía Local, 28 de bomberos y 16 miembros de Protección Civil. Se realizaron más de 50 intervenciones, 38 de ellas rescates en ascensores realizadas por los Bomberos de Logroño, pero podrían haber sido más, con intervención de las empresas de mantenimiento. También se registraron cuatro importantes inundaciones en garajes y un escape de gas, entre otros casos.

El apagón sorprendió a todo el mundo y creó una lógica confusión en bares y comercios a pie de calle. En la mayoría de centros educativos no se interrumpió la jornada lectiva sino que se continuó con el tradicional método analógico de tiza y pizarra. La Policía Local de Logroño acudió a los cruces de las principales vías públicas para dirigir el tráfico desde la calzada debido a que los semáforos tampoco funcionaban. En la calle la gente se preguntaba qué había sucedido, pero poco o nada se sabía en los primeros momentos. Primero se creía que era algo puntual, luego local, regional y, finalmente, al menos, nacional. Mientras que, a pie de calle, la actividad comercial, empresarial y administrativa se había paralizado, los centros sanitarios públicos, como el hospital San Pedro, detalla Roberto González Lastra, pudieron continuar activos gracias a los equipos electrógenos que permiten mantener el suministro energético por un periodo determinado, que depende del consumo que se realice. Como curiosidad, en algunos comercios regentados por ciudadanos chinos se ha aumentado considerablemente la venta de velas para procurar iluminación y de radios a pilas para poder estar informados.

La veintena de trabajadores de la empresa Concentra, en el cruce de las calles Vara de Rey y Duques de Nájera de Logroño, esperaban en la calle sin saber cómo reaccionar. «Nos vamos a ir todos para casa porque no podemos trabajar, somos 100% informáticos. Solo sabemos que se ha ido el sistema informático en España y Portugal y no creo que se vaya a arreglar en 5 minutos», comentaba Germán, responsable de la entidad. Cerca, en un estanco, Manuel esperaba en la puerta porque ni podía cobrar ni bajar la verja eléctrica ni, por tanto, marcharse a casa. «No puedo abrir el cajón ni cobrar con el datáfono, solo en efectivo y no puedo ni dar cambios, solo me pueden pagar con el dinero justo. Y no puedo ni cerrar», lamentaba Manuel.

La misma situación de incertidumbre se vivía en la clínica podológica CMPie. «Al principio hemos pensado que era solo nuestro y hemos salido a preguntar y pensábamos que era del barrio, luego que de todo Logroño...», exponía Lourdes Cacho. Por Diario LA RIOJA conocieron que el problema era a nivel nacional. «Estamos parados y ni siquiera podemos llamar a los clientes para que no vengan porque no funciona ni el teléfono», indicaban desde la clínica. En verdad la actividad no se paró del todo en la clínica. «Estábamos haciendo un estudio de la pisada pero, como teníamos el ordenador portátil con batería, podemos continuar. Lo demás ya, nada, porque dependemos de la luz y estamos a la expectativa», expuso Lourdes.

En la oficina de Ibercaja de Vara de Rey permanecían dentro dos empleados, con todo cerrado y el cajero apagado. «No podemos hacer nada sin luz, no funcionan los ordenadores, así que tenemos que esperar a que vuelva la electricidad», explicaba Jesús Hernaiz, a quien el apagón le pilló con un cliente a quien le tuvo que decir aquello de 'Vuelva usted mañana'. Por parte de Ibercaja tampoco habían obtenido explicaciones porque el teléfono no funcionaba. «Nosotros podemos cerrar pero no poner la alarma, así que nos tenemos que quedar por seguridad», reconoció Jesús Hernaiz.

El bar Comodoro, en la esquina de Vara de Rey con la calle Huesca, estaba lleno a las 13.00 horas. Diana, su responsable, no sabía qué sucedía pero seguían atendiendo como podían, aunque con la caja cerrada y sin poder cobrar con tarjeta. Al explicarles que el apagón no es local sino nacional, se sorprendieron: «¿En serio?». No se lo creían. «Las neveras todavía aguantan pero a ver hasta cuándo…», contaba Diana como haciendo ya el cálculo. «Habrá que aguantar. De momento, no hemos tenido problemas», admitía hostelera.

En la estación intermodal de Logroño Pío García informa de que los trenes no llegaban ni partían y los pasajeros esperan en el zaguán, en cambio, los autobuses sí están partiendo con cierta normalidad, aunque no funcionó la venta anticipada. Precisamente porque el ferrocarril no es operativo los viajeros trataron de poder desplazarse con autobuses, así que el vestíbulo de la estación está mucho más lleno de lo habitual. Según se ha podido conocer, los trenes se quedaron parados en mitad de sus trayectos. Por ejemplo, el convoy de la ruta Logroño-Zaragoza permaneció varado en Alcanadre.

La plaza de Abastos de la capital riojana tuvo que cerrar antes de tiempo y, según cuenta José Ángel Martínez, los carniceros temían por sus productos ya que los productos alimenticios que venden, como la carna, en sus neveras, apagadas, apenas pueden aguantar un día sin que se estropeen. En las tiendas y bares no se habla de otra cosa, preocupados por el género, sobre todo en la hostelería por los alimentos y su estado de conservación, apunta Javier Campos, quien añade que en la Agencia Tributaria han tenido que cerrar la atención al público, por lo que han solicitado a los asistentes que regresen al día siguiente manteniendo las citas.

«Todo el centro de Logroño es un bullir de gente de brazos cruzados a las puertas de sus trabajos, haciendo fila en tiendas de alimentación y, sobre todo, en terrazas. Hay quien se presta a subir en brazos a sus pisos a la gente mayor», describe Jonás Sainz, y es que los ascensores tampoco funcionan. Los comercios permanecen inoperativos, sin poder trabajar y sin poder cerrar, pues muchas de las verjas son eléctricas. En general, en los primeros momentos reinaba la incertidumbre. Después, la resignación.

En Haro comercios como la lavandería La Batanera, informa María Caro, han tenido que bajar la persiana metálico como han podido. «Hemos tenido que cerrar porque todo trabajamos con planchas, lavadoras, secadores, ordenadores... y no podemos trabajar», justificaba Itziar Fernández. El Ayuntamiento harense, como el de Calahorra, ha advertido de que se acuda a la Policía Local o se llame al teléfono 941310125 en el caso de que haya personas atrapadas en ascensores.

El alcalde de Santo Domingo de la Calzada, Raúl Riaño, ha ordenado instalar un generador en el depósito municipal para evitar problemas con la cloración del agua, aunque ha asegurado que en ningún momento ha estado sin tratar, indica Laura Lezana.

En Nájera este lunes era festivo, indica Eduardo García, y el apagón ha afectado, sobre todo, a la hostelería. Otra incidencia destacada es que la orquesta que debe actuar por la noche, con motivo del festejo de San Prudencio, ha tenido que parar el montaje. En el momento del apagón el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, se encontraba en los actos festivos de Nájera y sobre las 13.45 horas ha abandonado la localidad, dirección a Logroño, para coordinar la emergencia. Desde el Ayuntamiento najerino han confirmado que no se están dando problemas graves aunque el apagón sí que ha dejado pequeñas anécdotas. Como la vivida por Jorge, un vecino que contaba cómo «estaba en una clase 'on line' cuando se me ha apagado el ordenador, he salido al portal y tampoco había luz, lo que ha sido bastante sorprendente». En el Centro de Salud de Nájera los técnicos han accionado el grupo auxiliar que, mediante gasoil, tiene reserve energética para funcionar durante 24 horas. Algunos usuarios lamentan que sus familiares se hayan quedado sin oxígeno en casa y han acudido a que les enchufen los aparatos en el centro sanitario. De hecho, en la sede de Asprodema han tenido que evacuar en ambulancia a un usuario por falta de oxígeno.

En Calahorra, la alcaldesa Mónica Arcéiz ha avisado de que hay varias personas atrapadas en ascensores, informa nuestra corresponsal Isabel Álvarez. Los edificios en los que haya alguien atrapado en ascensores deben llamar al 941105087 y esperar en el portal para la llave de seguridad del ascensor. En Alfaro algún supermercado ha podido funcionar momentáneamente con un generador pero, finalmente, han acabado cerrando, igual que otros comercios, si bien, por seguridad, sobre todo los responsables de joyerías y bancos permanecen en sus locales. Tal y como cuenta Ernesto Pascual, los trabajadores del centro de salud han acudido para encender los aparatos que permitan conservar las vacunas. En el Ayuntamiento alfareño, como en tantas otras administraciones públicas, no han podido mantener la atención presencial. Por otra parte, en Cervera del Río Alhama, al igual que en toda la región, se encuentran incomunicados al no funcionar los teléfonos, especifica Sanda Sainz.

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