Comerciantes y clientes se muestran impotentes ante el apagón

Sin luz. Ni semáforos, ni supermercados, ni farmacias, ni bares o restaurantes, ni locales de diferentes sectores. Ni siquiera llamadas en muchos móviles. Todo parado. Esa ha sido la situación que se ha empezado a vivir en Logroño sobre las 12.30 horas de esta mañana. Y lo que parecía ser un apagón de la capital riojana ha terminado siendo uno a nivel nacional, e incluso en otros países como Portugal o Francia.

Pasada la una de la tarde, muchos ciudadanos se han acercado a tiendas y locales de comidas preparadas para hacerse con sustentos. Los comerciantes logroñeses han salido de sus locales y otros se han quedado dentro para seguir vendiendo algunos productos. Una trabajadora de una tienda de alimentación de la calle Vara de Rey, que se mostraba preocupada por el género de las cámaras frigoríficas y la batería de la caja registradora: «Compramos al día, y se nos va a hacer complicado aguantar los alimentos. Además, la máquina para cobrar tiene poca batería, y sólo me quedará para unas dos horas, más o menos», afirmaba.

En tiendas con comida preparada de la capital se veían largas filas de personas para adquirir comida, ya que a los supermercados no se podía acceder. En varios establecimientos de venta de pan se repetía la imagen. Otras personas permanecían en las terrazas de algunos bares de la capital. La camarera de un bar, en la calle Huesca, comentaba que «los clientes se han quedado en la terraza sin poder consumir. No podemos hacer nada, ni siquiera bajar la verja de la puerta».

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