Las empresas riojanas empiezan a preparar sus reclamaciones por las pérdidas del apagón
Los servicios jurídicos de la FER evalúan qué camino pueden emprender sus asociados para exigir compensaciones por el corte de suministro
Desde que el lunes de la semana pasada la Península Ibérica sufriera un apagón eléctrico histórico, las empresas están haciendo números del impacto de ... ese percance que frenó en seco la actividad industrial, comercial y productiva durante horas. Porque aunque la luz volvió por la tarde, la maquinaria ha tardado más tiempo en recuperar su normalidad. Además, en algunos casos el material con el que se trabajaba cuando se fue la luz, al filo de las 12.30 horas del 28 de abril, ha quedado inservible.
El dato
1.600 millones
es lo que estima la patronal española CEOE que perdieron las compañías por el apagón. La cifra equivale al 0,1% del PIB y que la FER da por buena con lo que el impacto en el tejido empresarial riojano sería de 10,6 millones.
Hasta la Federación de Empresas de La Rioja (FER) han llegado desde hace una semana consultas, en un número indeterminado, que están realizando industrias y otro tipo de compañías del tejido económico de la región que han sufrido perjuicios de diferente consideración. «Nos están solicitando información sobre las posibles vías o actuaciones que tienen para reclamar estos daños», reconoce el presidente de la patronal, Eduardo de Luis.
Y la FER, a través de su departamento de asesorías, está ahora mismo en ese proceso de recoger toda esa información para determinar tanto el volumen de empresas afectadas como los sectores perjudicados. «Estamos evaluando junto a ellas las pérdidas concretas que ha tenido por falta de suministro de luz», añade De Luis.
«Para poder asesorar a nuestras empresas es importante que se aclaren las causas que provocaron el apagón eléctrico»
Eduardo de Luis
Presidente de la patronal FERA
En estos próximos días, teniendo en cuenta que la semana pasada fue más corta de lo habitual desde el punto de vista laboral por el festivo 1 de mayo, los servicios jurídicos de la principal organización empresarial riojana analizarán las posibles actuaciones y hacia dónde se pueden dirigir las reclamaciones. Porque «para poder asesorar correctamente, es importante que conozcamos o que se aclaren los motivos o causas que provocaron el apagón de luz», recuerda el jefe de la patronal.
El foco en Red Eléctrica
En este sentido, el problema es determinar a quién corresponde asumir la responsabilidad y si las aseguradoras, las eléctricas o la Administración Pública están dispuestas –o legalmente obligadas– a responder. La clave pasa por identificar el origen del fallo, porque quien resulte responsable deberá asumir los costes del parón. Las empresas se basan en el Real Decreto 1955/2000 sobre las actividades relacionadas con el sector eléctrico.
Entre los expertos del sector energético hay cierto consenso en señalar un error de planificación por parte de Red Eléctrica, de la que el Estado es accionista mayoritario a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). Pero el Gobierno central insiste en mantener abiertas «todas las posibilidades», sin descartar un ciberataque y señalando a las eléctricas por mala praxis, lo que ha generado desconcierto y malestar en el sector.
«En algunos casos los daños fueron pequeños pero en otros el impacto fue grande; ahora lo estamos valorando y ese perjuicio debe repararse»
Eduardo de Luis
Presidente de la patronal FERA
«En algunos casos los daños fueron pequeños, pero en otras empresas las pérdidas fueron muy importantes y, por lo tanto, supone un perjuicio que es necesario se compense», considera el presidente de la FER. Las pólizas diferencian entre los daños que han sufrido las compañías afectadas y el eléctrico es el más habitual con maquinaria averiada por una brusca desconexión, componentes eléctricos que fallan o por la necesidad de reemplazar piezas. En estos casos, un seguro estándar cubriría estos siniestros.
A estas afecciones se suman otras en bienes materiales como los productos refrigerados que rompieron la cadena de frío o los hornos industriales donde la colada se solidificó, lo que obligó a detener el proceso y en algunos casos a desechar el material. Estas incidencias, según expertos, también estarían contempladas en las pólizas. El problema puede surgir al reclamar la pérdida de beneficios vinculados a la interrupción de servicios públicos; es decir, lo que podrían haber ganado –o producido– las empresas si no hubiera ocurrido el apagón. Los grupos industriales tienen contratada esta cobertura, pero en la mayoría de los casos se activa si el origen del problema está vinculado a un daño material sufrido por el proveedor.
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