Cronología de los actos vandálicos de 'los payasos justicieros'

Empezaron (que se sepa) en diciembre del año pasado. Y a partir de junio aceleraron: una veintena de ciclomotores robados, incendios que afectaron a 33 coches y tres garajes comunitarios, robos de vehículos, destrozos en más de medio centenar de marquesinas en una sola noche...

Así funcionaron los autodenominados 'payasos justicieros«, y éstas son algunas de las 'hazañas' que han acabdao con seis detenciones y el ingreso de tres de ellos en prisión.

A pesar de que la detención se produjo en junio del 2018, los hechos se remontan a diciembre del año anterior, cuando cinco jóvenes logroñeses de entre 15 y 18 años, fueron apresados como presuntos autores de, al menos, diecinueve sustracciones de motocicletas y ciclomotores en Logroño.

Decenas de marquesinas de Logroño amanecieron con los cristales rotos. Las rompieron entre la una y las cinco de la madrugada. Había marquesinas sin cristales desde la avenida de Madrid, donde destrozaron al menos media docena, hasta el Paseo del Prior; desde Los Lirios al entorno del Hospital San Pedro sin olvidarse de la calle de la Universidad de La Rioja, Luis de Ulloa o de Lobete... También estuvieron los vándalos en La Cava, en la calle Clavijo, en Club Deportivo con Chile o en Portillejo... Toda una ruta destructiva por gran parte la ciudad, incluida la Gran Vía. De norte a sur, en el este y, un poco menos, en el oeste.

El primero de los incendios ques e adjudica a esta banda ocurrió en Lardero. El SOS Rioja comunicaba el 14 de junio que había ardido un coche en la calle Los Olivos de la localidad de Lardero. No se originaron desgracias personales, pero el coche quedó calcinado.

La madrugada del 4 de julio un vehículo resultó totalmente calcinado en la calle Pradoviejo, esquina con Avenida de Burgos.

Una furgoneta resultó calcinada durante la noche del 9 al 10 de julio en la calle Cigüeña de Logroño, a la altura del número 32.

También sufrieron daños de menor cuantía una moto, una ventana y un tendedero del primer piso, así como a la fachada del mencionado edificio, aunque no se registraron desgracias personales.

Esa misma noche se produjeron actos vandálicos en los parques del Ebro y del Iregua.

La madrugada del martes 10 al miércoles 11 de julio se quemaron dos coches. El primero ardió a las 2.41 horas en un garaje de avenida de Colón. No hubo desgracias personales, pero los daños que sufrió el vehículo afectado, que estaba estacionado dentro del aparcamiento, fueron graves.

Esa misma noche, horas después, a las 5.22 horas, el incendio se registraba en un aparcamiento situado en la calle Norte de la capital. No hubo heridos, pero el coche quedó completamente destruido.

Los bomberos del Ayuntamiento de Logroño sofocaron el incendio de un vehículo que se produjo la noche del miércoles 11 al jueves 12 de julio a las 4.13 horas. Se trataba de un Citroën AX estacionado en el cruce de la calle San Francisco con Capitán Gaona.

En el interior del turismo, los bomberos hallaron lo que denominan 'fuego latente', esto es, sin llamas. Además, localizaron una botella con líquido inflamable (posiblemente, gasolina) junto al asiento del copiloto.

Esa misma noche ardieron dos contenedores en la calle Caballeros Templarios de Villamediana de Iregua.

Cuatro coches resultaron calcinados en un garaje de la plaza de Otoño, ocurrido en la madrugada del viernes 13 al sábado 14 de julio y que, además, se saldaba con otros desperfectos, ya que doce vehículos tabmién sufrieron daños de consideración, aunque en algunos casos los destrozos no fueron a consecuencia del fuego.

Un incendio calcinó el domingo 15 de julio un coche en Villamediana de Iregua. El suceso ocurrió sobre las 17.30 horas en la calle Caballeros Templarios, donde días antes habían ardido dos contenedores. El coche que ardió había sido robado en la calle Chile de la capital riojana.

Dos furgonetas han quedado calcinadas en un incendio declarado sobre las cuatro de la madrugada del 25 de julio en un garaje en la calle Doce Ligero, en el número 22.

Además, las altas temperaturas (entre 800 y 1.000 grados) han causado daños en la estructura del garaje, al dilatarse la estructura del hierro y causar a su vez daños en el hormigón. Todo ello ha obligado a apuntalar parte del garaje.

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