Calor, sequedad, viento y rayos: la combinación que desató los incendios
Una combinación de factores meteorológicos creó el escenario ideal para la expansión de las llamas en la sierra riojana
Juan Marín del Río
Logroño
Miércoles, 13 de agosto 2025, 12:07
La reciente oleada de incendios en la sierra riojana no fue fruto de un único factor, sino de una combinación de circunstancias meteorológicas que coincidieron en cuestión de horas, pero «no fue nada extraordinario». José Calvo, de Meteosojuela, explica las causas del fenómeno que obligó a activar el nivel 1 de Platercar y movilizó a casi un centenar de bomberos para sofocar los fuegos de La Rioja. Según el experto, esta «combinación de calor, sequedad, descargas eléctricas y vientos intensos» es la que favoreció que, el pasado fin de semana, se declararan hasta siete incendios simultáneos en la sierra riojana.
No fue nada extraordinario. «La configuración atmosférica de estos días está marcada por la presencia de una dorsal anticiclónica y altas presiones en superficie que favorecen esta estabilidad, esas temperaturas tan altas que, con la ayuda de una masa de aire cálido de procedencia tropical continental desde el norte de África, se favorecen los ascensos de masas de aire cálido muy potentes. Si hay estabilidad en capas altas, no pasa nada, pero estos días ha llegado algo de aire frío, muy poquito, pero suficiente como para favorecer que crezcan estas nubes de tormenta, estos cumulonimbos que dan lugar a las típicas tormentas de verano», indica.
Actualmente, la humedad es muy baja y las tormentas se desarrollan con normalidad hasta que llegan las precipitaciones. Sin embargo, no en todas partes la lluvia alcanza el suelo. En algunos lugares, las corrientes ascendentes secas son tan intensas que la precipitación se evapora antes de tocar tierra. «Aunque no caiga la precipitación sí que puede caer el aire frío asociado y aparecen rachas muy intensas de viento que levantan mucho polvo. Son lo que llamamos frentes de racha o reventones secos, en los que se produce una corriente descendente dentro de la nube con su precipitación y su aire más frío, porque procede de capas más altas. La precipitación se evapora, pero lo que cae es el aire frío sobre el suelo, impacta y genera ese viento», detalla el experto.
A este fenómeno se sumó el aparato eléctrico, «otro elemento clave». Estas tormentas suelen venir acompañadas de numerosos rayos, que en un terreno seco y caluroso pueden actuar como chispa para iniciar un fuego. «Ya tenemos todos los ingredientes: aparato eléctrico, que nos da la chispa; el viento, asociado a las tormentas de junio; mucho calor en superficie y un ambiente muy seco. En realidad, la tormenta es la misma, pero el ambiente, al ser tan seco, favorece que la precipitación no llegue al suelo».
El fenómeno 'downdraft'
En los incendios, el aire muy cálido generado por el propio fuego puede unirse al calor del sol, creando corrientes ascendentes que arrastran ceniza y pavesas. En casos extremos, esto forma los pirocumulonimbos, nubes de tormenta asociadas a incendios. Ayer en La Rioja, sin embargo, los fuegos no fueron lo suficientemente intensos para generar estas nubes.