José María Pastor

Alcalde de Navarrete

El día después del temporal en Navarrete: «Estoy hundido por cómo se ha quedado todo»

El primer edil navarretano, al igual que otros tantos trabajadores y vecinos, no paró ayer tras producirse la tormenta. «Ayer no vi bien cómo estaba el colegio porque estuve entretenido trabajando, limpiando, sacando agua... pero hoy que veo todo con más tranquilidad, estoy hundido».

Los operarios del Ayuntamiento trabajaron para retirar el hielo acumulado en el centro escolar. «Estamos intentando que se quede cuanto antes limpio para que mañana abra el colegio», afirmaba a primera hora tras ver que las lonas que estaban instaladas para proteger a los niños de la sombra «se habían hundido por el peso del hielo». Los trabajos abrieron sus puertas y los niños podrán regresar este viernes a las aulas.

En una de las aulas, en la que entra «siempre» el agua, entró «bastante menos de la que podría llegar a entrar porque hace dos años habilitamos una especie de contrapuertas para paliar los daños». Ya en otra de las zonas más afectadas, donde el polideportivo María Ramírez, «pusimos unas rejillas y eso ha hecho que haya entrado bastante menos agua», relataba.

Ante esta coyuntura, Pastor ya está pidiendo presupuesto para comprar máquinas fregadoras para que «nos cueste menos la limpieza del María Ramírez, no se levante y se rompa el suelo». Sobre todo, porque «tenemos que convivir con estos problemas, ya que van a ocurrir más de una vez».

Las mayores afecciones se han registrado en el colegio y en las instalaciones deportivas de la localidad... aunque las viñas también se han visto muy afectadas. «Se han quedado como sarmientos», ha lamentado el alcalde, al que la tormenta le pilló en una viña del camino de Medrano. «Me quedé cinco minutos por miedo a que la piedra me rompiera el cristal del coche, pero de los quince minutos de cuando empezó el temporal a cuando llegué a casa, todas las viñas del lado izquierdo eran sarmientos pelados, en tan solo dos minutos».

Pastor tuvo que marcharse de allí «por miedo a que no pudiese bajar si duraba más la tormenta, pero ya al bajar, eran sarmientos». «Daba hasta miedo... una sensación de impotencia, de decir pero qué potencia tiene la naturaleza, venía mucha agua, mucha piedra y muchísimo aire», ha afirmado, antes de señalar que «las viñas estaban tiernas, pero si esto ocurre en agosto o en septiembre, hace daño, pero el sarmiento ya estaría curado».

El alcalde de Navarrete, tras todas estas incidencias, ha afirmado que tendrá que preguntar y descubrir cómo se solicita la declaración de zona catastrófica tras los daños producidos por la tormenta.