Viento y granizo castigan Navarrete y arruinan el final de las fiestas en Logroño

Una intensa tormenta de granizo se precipitó ayer tarde sobre Navarrete dejando estampas inéditas en la localidad, con acumulaciones de varios centímetros de piedra y auténticos ríos bajando por algunas calles del municipio. Además, entre los agricultores de la comarca de la zona baja del Moncalvillo ayer se hablaba de cuantiosos daños en los viñedos.

La fuerza combinada de viento, piedra y agua hizo que Navarrete quedará completamente anegado después de la tromba que asoló la comarca situada en las faldas de Moncalvillo. La alerta naranja emitida por la Aemet a las 20.30 horas en su web se materializó de forma especialmente brusca sobre esta localidad convirtiendo su centro en un río. La tormenta comenzaba sobre esa misma hora con un fuerte viento, acompañado de agua y granizo, que imposibilitó la vista a pocos metros.

Descargó durante cerca de treinta minutos no solo inundando las calles del pueblo, sino también los garajes de las casas de urbanizaciones como La Garnacha o el colegio Nuestra Señora del Sagrario dada su situación en la zona más baja del municipio. La situación era tal que finalmente se decidió suspender la actividad lectiva durante hoy. Otras localidades como Medrano, Sojuela y Hornos también vieron aparecer el granizo.

Minutos despúes de castigar Navarrete la borrasca descendió sobre Lardero y Logroño. En la capital empezó a descargar poco antes de las 21.00 horas de la tarde de ayer y ello obligó a alterar el desarrollo de alguno de los actos festivos que se estaban desarrollando en escenarios abiertos de la ciudad con motivo de San Bernabé. La fuerte racha de agua, viento y granizo obligó a muchos automovilistas a buscar resguardo rápidamente, como pudo comprobar este periódico en la estación de trenes y autobuses, cuya cubierta sirvió de protección a un buen puñado de conductores. En las barracas, el público tuvo que salir corriendo para ir a refugiarse rápidamente al bar de Las Norias y otros puntos del recinto.

Pasada la tormenta, hacia las 22.00 horas, el Ayuntamiento de Logroño informó en un primer balance de que había entre nueve y diez árboles caídos en el entorno del ferial, un muro derrumbado en la calle Blanco Lac, y una chapa desplazada y por los suelos en la calle Teresa de Calcuta. Además, hubo que atender a dos personas en la zona del ferial sin que sus afecciones tuvieran que ver con la caída de árboles. Árboles y ramas que sí cayeron, afectando a los puestos de los feriantes de San Bernabé.

La primera fue una mujer que se cayó y que fue trasladada para su observación. El segundo fue un hombre que se golpeó con la barra de seguridad de una atracción, sin que fuera necesario el traslado.

Las llamadas a los bomberos y al SOS fueron numerosas y los servicios municipales se reforzaron de manera que se incorporó un turno sin que se fuera el que ya estaba. De los actos del programa festivo, se suspendió uno de ellos previsto a las 21.00 horas.

Los primeros datos recopilados por las estaciones meteorológicas del Gobierno de La Rioja indican que en Logroño cayeron 9,2 litros por metro cuadrado en dos horas, los primeros 8 solo en media hora. En la estación de Moncalvillo, la precipitación acumulada desde las 20.30 hasta las 22.30 horas sumaba 14,9 litros.

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