Borrar
El riojano Sergio Toribio, a su llegada a la estación de Logroño. Justo Rodríguez

«Podían haber hecho con nosotros lo que hubieran querido», explica Sergio Toribio

El activista propalestino riojano llegó este martes a Logroño, donde fue recibido por su familia

Víctor Soto

Logroño

Martes, 10 de junio 2025

Después de dos jornadas de angustia, el activista propalestino riojano Sergio Toribio ya está en casa. Este martes aterrizó en Barcelona y por la tarde llegó a Logroño donde, por fin, podrá descansar de una experiencia amarga e inolvidable. El logroñés, miembro de la tripulación del velero Madleen, que esperaba llegar a Gaza para repartir ayuda humanitaria a la población, denuncia haber sufrido «un ataque pirata del ejército israelí».

Fueron muchas horas de «angustia» que comenzaron cuando el barco, en el que también viajaba la activista Greta Thunberg, comenzó a ser vigilado estrechamente por drones. Fue a la 1.00 del lunes cuando los doce miembros de la tripulación avistar un par de embarcaciones. «Nos reunimos en el punto marcado, todos tranquilos, y a los diez minutos mandaron un dron pequeño que chocó contra un obenque y se hundió en el mar», relata Toribio. Inmediatamente después llegaron otros dos más grandes, el segundo portador de un líquido «blanco, pero que cuando lo tocabas se volvía negro, y muy resbaladizo, que ha cegado los cristales».

Fue después de ese primer contacto no avisado cuando apareció una embarcación rápida que «con un altavoz nos ha hecho llegar un mensaje en inglés de que nos iban a abordar, que estuviésemos tranquilos». El riojano todavía se indigna cuando lo recuerda: «Es un ataque ilegal, estábamos en aguas internacionales».

Una segunda lancha llegada por babor les acometía con una docena de soldados «armados hasta los dientes con armas pesadas, tapados y grabando todo». «Ha sido un secuestro en toda regla porque no estábamos violando ninguna ley», añade.

Pese a la intimidante presencia y a lo violento de la situación. Toribio reconoce que en ningún momento se les maltrató. «No se han mostrado violentos, nos han cacheado y nos han sentado sobre unas cajas. Un médico pasaba cada rato y nos preguntaba si estábamos bien, nos ofrecían agua y bollitos», rememora.

Pero los hombres armados seguían allí y durante toda la noche y hasta arribar al puerto de Asdod «muy cerca de Tel Aviv» mantuvieron su vigilancia. Allí, uno a uno, han vuelto a ser cacheados con los enseres que se habían podido llevar, pero «nada de tecnología». «No nos han dejado nada, joder, que hasta se han quedado el barco», se lamenta.

De manos del ejército han pasado a las de la policía y ha empezado un nuevo trámite: el legal. «Nos han dado documentos y nadie ha firmado nada porque decían que habíamos entrado en una zona militar israelí. ¡Pero si ellos nos han abordado en aguas internacionales! Ellos nos han secuestrado y nos han metido en su tierra, donde yo no quería ir ni verles las caras», recalca.

Delante del cónsul y la vicecónsul españoles, Toribio ha accedido a la deportación. «Me han deportado de un país en el que no quería estar porque nuestra misión era ir a Gaza», recuerda. De allí al primer avión, al que llegó por los pelos, y destino a Barcelona.

De la travesía, Toribio se queda con la amargura, aunque también reivindica lo logrado. «No me esperaba esto porque queríamos llevar la ayuda humanitaria, pero hemos conseguido que un ejército ofensivo haya sido menos ofensiva contra los activistas, aunque lo es contra la población de Gaza. Pero podían haber hecho con nosotros lo que hubieran querido», recuerda. Y destaca la repercusión de la intentona, que ha logrado que se vuelva a hablar de la situación de los civiles en Gaza, pese a que «los gobiernos continúan sin actuar, cada uno movido por sus intereses».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja «Podían haber hecho con nosotros lo que hubieran querido», explica Sergio Toribio