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Eman Akram

Estudiante musulmana en el Sagasta

«Es mi lucha. No voy a quitarme el velo islámico por voluntad propia»

Eman, la estudiante de Bachillerato del IES Sagasta que se negó a quitarse el velo, cree que el instituto «tiene la obligación de abrir puertas»

Pío García

Logroño

Martes, 16 de septiembre 2025, 17:53

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Eman Akram, la estudiante de primero de Bachillerato Internacional que el pasado lunes fue conminada a abandonar el instituto por no quitarse el velo islámico, no fue este martes a clase por haber sufrido un accidente. En declaraciones a TVR, recordaba que en los primeros días de curso había accedido a quitarse el hiyab pero que, tras el fin de semana, resolvió que volvería a clase con él: «Decidí que no podía permitirme quitarme el pañuelo –explica–; es mi identidad y mi derecho religioso, aunque este sea un centro público». A su juicio, es el instituto el que tiene «la obligación de abrir puertas y de no poner limitaciones a la educación». «Yo tengo dos derechos, a la educación y a la libertad religiosa», resume.

En conversación posterior con este periódico, la estudiante, de origen pakistaní, insiste en que va a seguir luchando por una causa que considera justa: «Si no lo hago ahora, me temo que en dos o tres años acabarán implantando esta norma en todos los institutos». Eman asume el riesgo de su postura. Antigua alumna del IES Comercio, eligió estudiar el Bachillerato Internacional, que solo se imparte en el Sagasta, por entender que le brindaba «la oportunidad de una educación mejor». «Ahora veo que mi educación está en riesgo –concluye–, pero no quiero ni salir del Bachillerato Internacional ni dejar el velo».

Desde otro punto de vista, Eman niega que el hiyab pueda ser visto como un instrumento de subordinación de la mujer al hombre: «Quien dice esto no tiene el menor conocimiento del Islam –apunta–. Yo me lo pongo voluntariamente, no tengo nada que justificar». Según apuntó, había formulado quejas ante la Consejería de Educación y la mezquita ha estado recogiendo firmas durante todo el verano para que se permitiera el acceso al Sagasta de las alumnas con velo islámico.

«Nadie me está obligando a llevar el pañuelo, si no la semana pasada no me lo habría quitado»

«Mis padres me han dicho que haga lo que quiera. Yo les dije que tengo dos derechos, a la educación y el de la libertad religiosa»

La Consejería, por el momento, se mantiene al margen de la polémica. Preguntado por la cuestión después del Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo regional, Alfonso Domínguez, subrayó que «el principio fundacional» del sistema educativo español se basa «en la autonomía de cada uno de los centros para regular su organización y funcionamiento». «Es decir –abundó–, las decisiones se toman por el equipo directivo, el claustro de profesores y los representantes de los padres y de los alumnos». Domínguez concluyó señalando que, «a partir de ahí», «la Consejería lo único que puede hacer es respetar la decisión que autónomamente ha tomado este centro, con amplia colaboración de su comunidad educativa».

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