Un año para olvidar: las tormentas ya han dañado más de 40.000 hectáreas en el campo riojano
Agroseguro sigue recibiendo partes de agricultores relacionados con las dos últimas granizadas; en concreto la del pasado domingo ya ha afectado a 858 hectáreas
Cinco días después de que una repentina tormenta sorprendiera a los vecinos de los valles del Leza y el Iregua, Agroseguro sigue recibiendo partes ... de agricultores que quieren hacer constar los daños provocados por ese episodio meteorológico en sus parcelas. No en vano, ya son 858 las hectáreas afectadas (la mayoría de ellas, 833, de viñedo), según los últimos datos ofrecidos por la entidad responsable de la gestión de los seguros agrarios.
Esas más de 800 hectáreas se añaden a las, al menos, 340 que resultaron dañadas en la tormenta previa, registrada solo unos días antes en la zona de La Rioja Baja. Así, la suma de ambas incidencias climáticas deja casi 1.200 hectáreas siniestradas con la vendimia llamando a la puerta de los viticultores de la comunidad autónoma. No en vano, algunos de ellos ya se encuentran en plena campaña de recogida de uvas.
Con esas 1.200 hectáreas se siguen engordando las cifras de daños provocados por las tormentas en La Rioja a lo largo del año. Ya a mediados de agosto Agroseguro señalaba que el número de hectáreas se acercaba a las 40.000, una barrera que ya se ha superado con lo ocurrido en la última semana. Antes de esos episodios de pedrisco, los daños ya superaban en un 47% los contabilizados en 2023, el año con mayor superficie dañada a causa del granizo hasta la fecha.
«Estado óptimo»
En relación con la vendimia, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja publicó ayer su tercer boletín de maduración que revela, de un modo generalizado, «una evolución adecuada de los valores de grado probable». Por zonas, mientras, en Rioja Alta y Rioja Alavesa se habla de una progresión «correcta» del peso de la baya, con valores situados dentro de la normalidad o ligeramente por encima de la media. En Rioja Oriental, por su parte, dichos valores se encuentran por debajo de la media. «Comprobándose cierta ralentización en su evolución semanal», se apostilla.
Los parámetros de acidez y pH detectados en el análisis del 1 de septiembre se califican como correctos, aunque se precisa prestar atención a su evolución. También se aprecia una ralentización de la madurez fenólica. «Muy probablemente debido a las precipitaciones del 31 de agosto», afirman los técnicos del Consejo.
Precisamente, la granizada del pasado domingo tiene una referencia explícita en el boletín de maduración cuando se habla de que el estado vegetativo y sanitario del viñedo resulta «óptimo». Ahí se hace hincapié en que en las parcelas dañadas por ese episodio de pedrisco resulta «imprescindible» hacer «un especial y continuo seguimiento» de la evolución de la uva. «Comprobando el correcto desecado de las bayas afectadas y haciéndose necesaria su rápida vendimia en aquellas con pérdida total o casi total de masa foliar», se concluye.
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