El mildiu se extiende por la región pese a los esfuerzos «titánicos» por detenerlo
Desde su aparición en mayo, el hongo ha proliferado pese a unos tratamientos continuados y caros que no han logrado frenar la infección
La cabeza de los viticultores riojanos es una olla a presión en la que los problemas y preocupaciones no dejan de crecer. A la ... situación estructural y las siempre desazonantes perspectivas económicas, que se sustancian en la pregunta ¿a cuánto se pagará la uva este año?, se están sumando más factores. Si la cosecha ya venía corta porque en la brotación se marcó poca uva, a principios de mayo se detectó la primera mancha de mildiu, ese temido enemigo que habitualmente se controla mediante tratamientos fitosanitarios, pero que este año está ganando el pulso a los agricultores.
El mildiu puede aparecer siempre, pero para poner en jaque la cosecha necesita de unas condiciones muy concretas que, lamentablemente para los productores, se están encadenando. El primer factor es la humedad, que en este 2025 es la tónica general, al que se suman las repetidas lluvias y tormentas casi semana a semana (cuando no son dos) desde abril. La segunda, las altas temperaturas. Y, la tercera, íntimamente relacionada con esta, el bochorno. Las temperaturas no bajan por la noche ni aparece el viento norte. Y el hongo prolifera y se expande.

¿Qué es el mildiu?
Mildiu es el nombre que se da a varias enfermedades criptogámicas que atacan a las plantas.
En la hoja aparecen regiones de aspecto blancuzco conocidas como "manchas de aceite"
En racimos aparece un polvillo que recubre en poco tiempo todo el grano. El crecimiento se detiene, se puede agrietar y producir daños directos en cantidad y calidad de la cosecha.
La enfermedad
Están causadas por oomicetos de la familia Peronosporaceae, que son unos hongos que parasitan las hojas y frutos de la viña
1
Los hongos se producen en las hojas y brotes en condiciones de alta humedad y calor
2
En la primavera expulsa arcosporas que producen conidias que se difunden por el viento a brotes y hojas. Por eso se aconseja no remover el terreno
3
Los hongos infectan el tejido verde la hoja e incluso de lo racimos.
4
Las hojas y los racimos se infectan y pierden fuerza e incluso mueren

¿Qué es el mildiu?
Mildiu es el nombre que se da a varias enfermedades criptogámicas que atacan a las plantas.
En la hoja aparecen regiones de aspecto blancuzco conocidas como "manchas de aceite"
En racimos aparece un polvillo que recubre en poco tiempo todo el grano. El crecimiento se detiene, se puede agrietar y producir daños directos en cantidad y calidad de la cosecha.
La enfermedad
Están causadas por oomicetos de la familia Peronosporaceae, que son unos hongos que parasitan las hojas y frutos de la viña
1
Los hongos se producen en las hojas y brotes en condiciones de alta humedad y calor
2
En la primavera expulsa arcosporas que producen conidias que se difunden por el viento a brotes y hojas. Por eso se aconseja no remover el terreno
3
Los hongos infectan el tejido verde la hoja e incluso de lo racimos.
4
Las hojas y los racimos se infectan y pierden fuerza e incluso mueren

¿Qué es el mildiu?
Mildiu es el nombre que se da a varias enfermedades criptogámicas que atacan a las plantas.
En la hoja aparecen regiones de aspecto blancuzco conocidas como "manchas de aceite"
En racimos aparece un polvillo que recubre en poco tiempo todo el grano. El crecimiento se detiene, se puede agrietar y producir daños directos en cantidad y calidad de la cosecha.
La enfermedad
Están causadas por oomicetos de la familia Peronosporaceae, que son unos hongos que parasitan las hojas y frutos de la viña
3
Los hongos infectan el tejido verde la hoja e incluso de lo racimos.
1
Los hongos se producen en las hojas y brotes en condiciones de alta humedad y calor
2
En la primavera expulsa arcosporas que producen conidias que se difunden por el viento a brotes y hojas. Por eso se aconseja no remover el terreno
4
Las hojas y los racimos se infectan y pierden fuerza e incluso mueren
Los almacenes de fitosanitarios no dan abasto para tanta demanda. Y a más manos de sulfatos, secantes... más gasto, lo que encarece los costes. «Muchos viticultores van por la sexta mano a día de hoy, que pueden ser los tratamientos que se dan en un año normal, y la previsión es seguir», indica Néstor Alcolea, de UPA. «Y ni aun tratando se puede garantizar que la uva llegue a buen puerto. Necesitamos que pasen estas próximas tormentas y esperar diez o doce días de tiempo estable para comprobar los daños y frenar el mildiu con tratamientos», incide Adrián Sacristán, técnico de ARAG-Asaja, al hablar de un mes y medio en el que los viticultores están trabajando a destajo. «La cadencia está siendo de un tratamiento cada siete o diez días, cuando lo normal es darlos cada quince y en otras condiciones se podrían estirar hasta las tres semanas», añade. «Este año está siendo tan malo que la presión del mildiu hace que los productos no puedan con él», analiza Roberto Ruiz-Clavijo, de UAGR.
La concatenación de humedad, tormentas, calor y bochorno nocturno son el caldo ideal para el desarrollo de la plaga
La afección ya ha llegado a los racimos después de los 'avisos' que suponen las manchas en las hojas y los daños son evidentes en muchas zonas que viven «situaciones límite», como explica un técnico. Por ejemplo, en las partes altas de Rioja Alavesa, en las zonas cercanas a ríos de Rioja Alta, pero en muchos términos enteros la imagen que dejan las viñas es cuando menos triste. Y en Rioja Oriental el problema ya se ha hecho sentir.
Con el mildiu larvado en unos racimos cuyas bayas ya tienen el tamaño de un guisante, las soluciones resultan complejas. «El viticultor que se ha anticipado a las tormentas, que ha prevenido y que ha tratado cada siete o diez días puede tenerlo controlado. Pero los que no lo hayan logrado ya lo van a tener casi imposible», sentencia Sacristán. «El envite del mildiu nos lo está poniendo muy difícil. Y está conllevando un incremento grande de los costes», abunda Ruiz-Clavijo.
El daño en las parcelas afectadas es tal que los técnicos recomiendan «no intervenir en la vegetación ni labrar». Labores habituales en estas fechas como desnietar, deshojar o despuntar se contraindican porque ayudan a expandir el hongo. «Pero luego nos preocupará el oidio, para el que hay que tener las uvas bien ventiladas. La situación es difícil», argumenta el técnico de servicios agrarios de ARAG-Asaja. «El problema tiene que impactar necesariamente en el precio de la uva. Había poca inducción floral, había pocos racimos, muchas hectáreas se han visto afectadas por el pedrisco, se va a tirar mucha uva y ahora el mildiu se va a llevar muchísimos kilos», añade Alcolea.
Sin cobertura
Los cuantiosos daños que puede causar el mildiu revisten una especial gravedad por una cuestión esencial: su incidencia no está contemplada en los seguros que se firman en La Rioja, aunque sí en las viñas de otras comunidades. «Hay que estudiarlo con la Administración y con Agroseguro. Tendrían que contemplar alguna línea de ayudas. Actualmente no tiene la consideración de un factor meteorológico, pero en años como este, con un ataque tan bestial, no hay herramientas para sostener la afección y las pérdidas deberían estar cubiertas», recalca Ruiz-Clavijo. «Ya se intentó meterlo en el seguro, pero ahí se quedó. Hay que volver a hablarlo», analiza Sacristán.
¿Y qué pasa con las más de 6.000 hectáreas de la Denominación acogidas a la cosecha en verde? La idea de que una vez que el viñedo ya está acogido por esta medida extraordinaria se puede 'abandonar' es errónea. Desde la Consejería de Agricultura se recuerda que, al igual que en el caso de avatares meteorológicos (cuando los técnicos valoran el daño en más del 30% estas parcelas son retiradas de las ayudas), en el del mildiu también puede ocurrir. Serán los técnicos los que visiten todas las parcelas y puedan 'desamparar' aquellas hectáreas con graves daños por el mildiu. En este caso, el viticultor, además de verse fuera de las ayudas públicas, no tendría derecho a cobrar el seguro.

«Se está haciendo un esfuerzo titánico para mantener la sanidad del viñedo»
Pablo Franco, director técnico del Consejo Regulador, asegura que la actual situación generada por el mildiu es «compleja de definir» por la «presión muy alta» a la que el hongo está sometiendo al viñedo. Franco explica que la «incertidumbre» se genera al evaluar los racimos cuyas bayas están aún en tamaño guisante, en los que se ve «pelusilla blanca» mientras que en otros más avanzados «no se percibe» la enfermedad.
«Debemos mantener la alerta porque el riesgo de que los próximos días aparezca en esos racimos el mildiu larvado es importante», analiza, pidiendo «mantener la intensidad de la vigilancia y el control». En esta situación, realizar otros trabajos en la viña que no sean exclusivamente los de tratamiento puede resultar contraproducente porque «puede mover las esporas y provocar una infección en el viñedo».
El director técnico alaba «el esfuerzo titánico, colosal, que están haciendo los viticultores para mantener la sanidad del viñedo» y pide que se mantenga y se redoble «la observación continua» de las viñas. «No podemos confiarnos. Puede que en un racimo ahora no observemos alteraciones, pero existe el riesgo de que aparezca en las próximas fechas», concluye.
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