Bodegas Familiares denuncia que solo una de cada tres bodegas ha votado en las elecciones al Consejo
La asociación, que hace casi dos años abandonó el pleno de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, asegura que la participación bodeguera ha caído del 75% al 35%, con 240 firmas renunciando al proceso
Bodegas Familiares de Rioja, la asociación que hace casi dos años abandonó el Consejo Regulador por discrepancias con el modelo marcado por el organismo que dirige la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, ha denunciado este martes que dos de cada tres bodegas inscritas en el Consejo no han participado en el proceso electoral que acaba de finalizar, lo que demuestra «la desconexión absoluta de la entidad con el tejido empresarial familiar de la región vitícola». Esta organización, que ya animó durante la campaña al 'no voto' en protesta por la «inacción» de las asociaciones dominantes del Consejo contra la crisis y los ruinosos precios bajos de la uva y el vino, detalla que «únicamente 170 bodegas han delegado su representación a las organizaciones del pleno, cuando hace cuatro años fueron 410 las que lo hicieron, es decir, prácticamente el 75% del total». El único ganador de las elecciones ha sido, a su juicio, el «no voto».
La asociación de pequeñas y medianas bodegas de Rioja lamenta, asimismo, la «opacidad» con la que el Consejo Regulador ha publicitado los datos de los resultados electorales, asegurando que había participado el 79% del sector comercializador. «Dicho porcentaje es la cantidad de litros de vino que venden las grandes bodegas representadas, pero la cifra real de participación es que dos de cada tres inscritos se han negado a votar, lo que pone en tela de juicio la credibilidad de una institución que este año cumple su centenario», asevera en un comunicado Bodegas Familiares. «¿Alguien puede imaginarse unas elecciones políticas con una participación que no llega al 34%?», añade.
Bodegas Familiares considera también que «ha quedado acreditado que el acuerdo para supuestamente corregir la subrepresentación de las bodegas que venden a precios más altos con la exigencia de una auditoría, carísima y externa para una pequeña bodega era una trampa». Y reta por ello al Consejo a hacer público cuántas la han presentado y qué efecto ha tenido sobre los resultados. «Lamentablemente, las bodegas familiares no tenemos ganas de celebrar ningún centenario en el que no se ha previsto ningún acto donde los protagonistas sean viticultores o las pequeñas bodegas y familias, seguramente por miedo», concluye.
