Alcalde, vendimiadores, hosteleros y peñistas discrepan en su balance de San Mateo
A pesar de ello, coinciden en que los protagonistas de estas fiestas han sido los logroñeses
El balance de San Mateo, que se despide en la noche de este viernes con la quema de la cuba, va por barrios, y ... nunca mejor dicho porque siempre depende de a quien se le pregunte. Unos brindan con zurracapote por unas fiestas «buenas» y otros intercalan varios 'peros' entre aplausos. Lo cierto es que pasada la polémica inicial, a la que estas fiestas parecen abonadas –en esta ocasión por la Terraza del Ayuntamiento, que no la de esta casa– los actos han ido de más a menos, de una ciudad que explotó con el disparo del cohete el pasado sábado, a otra algo más tranquila que ha transcurrido entre la difícil tarea de conciliar fiesta, amigos y trabajo.
El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, fue el primero en valorar los sanmateos. Los medios de comunicación estábamos citados a las 09.30 horas en el recinto ferial, junto a los autos de coche. Flanqueado por los vendimiadores 2025, Judith Duro y David Schubert, sus compañeros inseparables durante estos días, y del presidente y gerente de la Asociación de Feriantes, ofreció un balance, dijo, basado en las «sensaciones», sin «datos precisos» que se conocerán en los próximos días, una vez que efectúen un análisis más sosegado y tranquilo, pero a día de hoy, según esas primeras impresiones, las fiestas han sido «buenas, seguras, tranquilas y marcadas por la alegría de los logroñeses».
El regidor reconoció que «siempre hay cosas que mejorar», «pero en lo sustancial podemos estar muy satisfechos y no es un mérito sólo del Ayuntamiento, sino que sobre todo es de la ciudad».
La programación, con más de 300 actos, «ha sido buena» y «ha cumplido el objetivo» de congregar público allí donde se han celebrado. Desde los actos más multitudinarios, como el cohete y los fuegos artificiales, hasta la programación musical, donde «siempre había gente y creo que satisfecha», indicó.
Más allá de algún que otro contratiempo, «que con buena voluntad se ha ido superando por parte de todos», el resultado «ha sido muy satisfactorio, por ejemplo, en las carrozas». Escobar también subrayó la apuesta de estos sanmateos por todos los barrios, «nos hemos acercado con música y gorgorito». Un formato descentralizado que «ha funcionado muy bien». En la parte cultural, destacó la programación del Teatro Bretón «con lleno en todos lo espectáculos».
Las disculpas de Escobar
En relación a la polémica sobre el pago de dos euros por los hinchables de los barrios que antes eran gratis, críticas sobre las que informó Diario LA RIOJA, el alcalde reconoció «que quizá no hemos tenido suficiente sensibilidad» en la contratación, pero, en cualquier caso, «es una cuestión menor a subsanar posteriormente». No obstante, pidió disculpas «a la población que se ha visto afectada».
Concluido el balance por parte del alcalde, la vendimiadora, Judith Duro, explicó que para ella han sido unas fiestas inolvidables y «lo que más nos llevamos los dos es el cariño que hemos recibido de los logroñeses y logroñesas». Por su parte, para David Schubert esta fiesta ha sido la constatación de que «Logroño es una ciudad muy viva».
Francisco Martínez Bergés, presidente de la Asociación de la Hostelería Riojana, que forma parte de la Federación de Empresas de La Rioja (FER), no tiene una única impresión sobre las fiestas. A lo largo de los sietes días ha habido un antes y un después. El punto de inflexión lo marcó el disparo del cohete. «Nunca antes ha ocurrido algo así. Gente por todos los lados, animada, y con los almuerzos que se están poniendo de moda». Ese día, en general, fue bueno para todo el sector al que representa, pero a partir del domingo, las lluvias y la bajada de temperaturas truncaron las expectativas de los hosteleros, incluso, las de los afincados en el casco antiguo «donde se concentra la fiesta, porque hay zonas de Logroño en las que los bares ni siquiera abren estos días».
Por lo demás, apunta, «si quitamos los toros y las degustaciones nos quedamos en nada. Laurel y San Juan han trabajado, pero ni mucho menos lo que pensaban porque entre el tiempo y que se nota el bolsillo de la gente...». Incluso, cuenta, hay hosteleros que tenían contratado personal extra al que han tenido que dar fiesta.
Para Daniel Barrón, presidente de la Federación de Peñas de Logroño hasta su dimisión el pasado mes de agosto, estos días han transcurrido «como esperábamos, con degustaciones, charangas, salidas con la peña, bajadas a los toros y actividades en los chamizos». La respuesta de los logroñeses, a su juicio, ha sido «buena». «Nos repiten mucho que somos el alma de las fiestas. Sin vosotros no serían lo mismo».Orgulloso de una actividad que muchos compaginan con el trabajo, pide para el próximo año que se recupere el espacio propio que tenían las peñas y para ello solicitan la colaboración del Ayuntamiento.
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