En casi la mitad de los siniestros de tráfico en La Rioja hay implicados animales sueltos

La media de casi diez siniestros semanales no cede. Más de uno diario. Para encontrar el último episodio no hay que escarbar mucho en el calendario, se produjo en la tarde del día de Navidad, en la N-232, entre Alcanadre y Arrúbal, solventado, afortunadamente, sin daños personales, pero sí con importantes retenciones.

Este accidente no consta aún en los registros de la Jefatura de Tráfico en La Rioja, que entre el 1 de enero y el 18 de diciembre pasado contabilizaba ya 462 siniestros viarios de este tipo, lo que supone el 43,1% del total de accidentes registrados en lo que llevamos de año, 1.072.

La irresponsabilidad de algunos dueños de animales domésticos, el descontrol de colonias de algunas de las especies silvestres de mayor tamaño y su mayor movilidad, sobre todo de jabalíes, ciervos y corzos, en busca de alimentos y agua más escasos por la sequía, parecen estar detrás de un problema que sigue al alza. En 2015 la cifra de este tipo de siniestros fue de 84, para, a partir de ahí, iniciar una escalada imparable hasta hoy: los 161 en 2016 eran ya 240 al año siguiente, 434 en 2018 y 467 en 2019. En 2020, el año de la pandemia, cayó a 387, pero volvió en 2021 a sus alarmantes indicadores, con 548; el año pasado, con 464 hasta noviembre; y en este, con 462 a falta de cerrar unas últimas semanas de excepcional movilidad.

«Los accidentes con animales siguen representando este año más del 40% del total de siniestros en la red viaria regional y son una preocupación cada vez mayor», admite la jefa de Tráfico en La Rioja, Beatriz Zúñiga, quien aclara de que «aunque muchos se producen en algunos de los puntos ya identificados como de riesgo, cada vez se registran más y en más zonas, incluso en vías urbanas».

Sin víctimas mortales en la comunidad en los últimos años –en 2022 dos personas perdieron la vida y otras 35 tuvieron que ser hospitalizadas en los 35.661 siniestros de este tipo registrados en España–, la siniestralidad con animales sí contabiliza en la comunidad 48 heridos de diversa consideración en el último lustro: 6 en 2019, otros 13 en 2020, la misma cifra un año después, 11 en el ejercicio pasado y 4, todos ellos leves, en este 2023.

Nueve de cada diez accidentes se deben a la presencia de animales silvestres en la carretera, 403 de los 462 este año (87,2%), la mayoría de ellos jabalíes, con 221 siniestros (54,8%); seguido de corzos, con 126 (31,3%); ciervos, con 20 (4,96%); zorros, con 16 (3,97%); y aves, con 12 (2,97%). Los restantes siniestros viarios con animales implicados, 54 (11,7%), son con especies domésticas, especialmente perros, con 39 (72,2%), seguido de vacunos, con 7; felinos, con 4; y equinos, con otros 4.

La estadística de Tráfico también traza un mapa por vías –198 accidentes en carreteras de titularidad estatal, 250 en la red autonómica y 14 en caminos– del que surge una radiografía casi idéntica a la de años anteriores: el tramo riojano de la N-232, debido a su longitud, desde Alfaro hasta Haro, no desciende del escalón más alto del ranking, con 67 siniestros; seguida de la AP-68 a su paso por la comunidad, con 43; la N-111, con 41; la LR-111 (Haro-Ezcaray-Valgañón), con 35; la LR-123 (Ausejo-Arnedo-Cervera), con 34; la A-12, con 18; la LR-115, con 15; y la N-120 y la LR-113 (Cenicero-Baños de Río Tobía-Canales), con 13, respectivamente.

Pocas novedades también en cuanto a las horas de mayor riesgo: 95 de 0 a 6 horas, 108 de 6 a 12, 31 de 12 a 18 horas y 228 (casi la mitad) de 18 a medianoche.

«Desde luego que el compromiso es seguir trabajando coordinados con el Ejecutivo regional para intentar reducir la siniestralidad, pero, a la vez, hay que insistir en el llamamiento a la precaución, a la prudencia y a evitar las distracciones, sobre todo en esta época del año en la que oscurece antes, hay menos visibilidad y pueden presentarse peores condiciones meteorológicas», resalta Beatriz Zúñiga.