Un domingo de final inesperado
Los aficionados de la SD Logroñés arroparon a su equipo con una fiesta que el Estepona se encargó de reventar
De la esperanza, la alegría y la ilusión a la decepción. Todo en un día e incluso en menos, en unas horas. El Estepona apeó este domingo a la SD Logroñés del tren con rumbo a Primera Federación ... . Dolorosa eliminación que solo el paso del tiempo dejará aflorar el análisis de una fantástica temporada que el gol, siempre caprichoso, ha dejado marcada negativamente en la entidad blanquirroja. En esta ocasión los goles, los dos del Estepona. Toca comenzar de nuevo... una vez más.
Domingo soleado, propicio para un buen día de fútbol. La SD Logroñés quería concretar en Las Gaunas su pase a la segunda y definitiva ronda de ascenso a Primera Federación, máxime teniendo en cuenta que había empatado siete días antes en Estepona merced a un gol de Raúl Rubio. Todo estaba preparado desde días antes.





1 /
La entidad blanquirroja no escatimó, una vez mas, en trabajo. Organizó la Fan Zone en los aledaños del campo que animó la mañana dominical con actividades para mayores y pequeños, reuniendo a los aficionados más acérrimos del equipo capitalino. Llegaron de Logroño, de Calahorra o de Madrid tiñendo el punto neurálgico del fútbol riojano con sus colores.
Los más pequeños pintaban el escudo de su club en diferentes plantillas; los más futboleros jugaban con el balón en plena calle con porterías improvisadas, como antaño; y otros se centraban en la gastronomía, que tampoco faltó.
La temperatura aumentó con el paso de las horas. Pasadas las cuatro de la tarde, los aficionados recibían a sus jugadores. Momento que gusta, momento diferente. Cánticos, banderas, bengalas, muchas bengalas, con cl color rojo como protagonista.
Los preparativos eran un éxito. Ahora quedaba el partido. Llegaba la hora de la verdad. Y esa hora no podía comenzar mejor. Un gol de Caro en propia puerta alimentaba con fuerza el sueño. 1-0. No cambiaba nada porque el Estepona siempre tenía la obligación de ganar. Y cumplió.
Eric Gómez silenció Las Gaunas con su gol en los primeros minutos de la segunda mitad. Reaccionó la grada, porque ese gol no cambiaba en nada la eliminatoria. El empate clasificaba a los locales. Pero todo se esfumó, el ascenso, cuando el calagurritano Titi marcó el segundo, a balón parado. El tiempo se paró antes de comenzar a correr muy deprisa. Era necesario un gol, pero no llegó. Y Las Gaunas lloró. Lágrimas por una decepción. Dura, durísima, pero que posará esperando tiempos mejores.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.