Aldeanueva espera «una grandísima cosecha»

El buen estado de la uva hace que Aldeanueva esté satisfecha frente a la próxima vendimia. «Hemos tenido uno de los veranos más secos de la historia, porque no ha llovido nada, pero al tener regadío por goteo todas nuestras viñas han estado hidratadas, bien cultivadas y bien atendidas. Se espera una grandísima cosecha», dice Ángel Fernández Calvo, alcalde de la localidad.

Recuerda el edil que el sector vitivinícola supone «el 90 por ciento de la vida de nuestro pueblo». «Hace años no suponía tanto, estaba el espárrago, pero se ha convertido en casi un monocultivo, está muy profesionalizado, digamos está muy en punta en nuestras exportaciones con lo cual conseguimos que la rentabilidad sea bastante para el viticultor, el que digamos cultiva las viñas», valora. «Tenemos la gran suerte de que nuestros vinos el año pasado se exportaron en su mayoría y este año interiormente la venta ha sido bastante mejor. Vamos para delante, hemos superado estos años y los jóvenes han invertido en el sector. La vida de mi pueblo está ahí», resume.

Desde Viñedos de Aldeanueva, el director general, Abel Torres, explica para TVR que «hemos empezado las zonas más tempranas y con a variedad tempranillo blanco, que es la que primero arranca la vendimia en La Rioja y, concretamente, en Aldeanueva y estamos muy contentos». «La uva está muy sana, viene de un año seco, están los granos muy sueltos dentro del racimo y ahora intentar en bodega sacar todo el partido a la calidad que hemos cogido en campo», indica sobre las primeras impresiones y el siguiente paso del proceso. «Hay menos racimos por cepa y pesan menos, lleva mucho tiempo sin llover y eso hace que se sufra un poco la cantidad de uva que hay en viña pero por contra tenemos una calidad y una sanidad excepcional en campo», detalla.

Esperan recoger 21 millones de kilos de uva, de los que dos millones serán blanco, un 5, un 7 por ciento respecto al año que viene, asegura. «Dependerá de si llueve o viene alguna otra ola de calor, pero en principio estimamos una cosecha inferior a la del año pasado pero no sabemos exactamente la cuantía», añade. «El camino para tener esta uva sana ha sido muy bueno porque ha habido que hacer muchos menos tratamientos al haber menos humedad en el viñedo y lo agradecemos en bodega. Es un año especialmente en el que esperamos muchísimo de esta cosecha y puede ser una de las añadas espectaculares», determina. «En los vinos blancos buscamos que haya frescura, intensidad aromática... por eso buscamos las horas de menos calor y luz para llegar a bodega con la uva más fresca y lo menos oxidada posible».

Por su parte, Francisco Ruiz, responsable de Viñedos Ruiz Jiménez, explica cómo nació esta bodega de vino ecológico. «El viñedo ecológico es trabajar con el medio ambiente, la naturaleza, hacer productos sin residuos químicos. Significa que tú puedas consumir nuestros vinos, o comer nuestras uvas, y está certificado que no tienen residuos químicos», aclara. «Trabajamos con la naturaleza, como se ve dejamos hierbas en el suelo, dejamos cobertura vegetal durante el invierno... hacemos muchas labores culturales procuramos lo mejor posible en orientación, ventilación...lo primero es buscar zonas muy buenas y sanas donde cultivar la uva y posicionarnos aquí, es decir, estamos haciendo parcelas grandes donde podemos estar solos», narra sobre las diferencias con otra forma de cultivar. «¿Por qué estar solos?», pregunta y responde: «Porque se pueden dar contaminaciones cruzadas», dice como ejemplo. El fundamento, el suelo, «cultivar el suelo». «Nuestras viñas están verdes, nuestro suelo está verde. El suelo ya no lo tocamos hasta que brote el viñedo, quitamos la cobertura del suelo y brota el viñedo. Hacemos a partir de ahí controles, hacemos biodinámica. Empezamos a aplicar preparados biodinámicos como sílice, quinientos, cobres, azufres... tratando el viñedo de forma preventiva para que no entre ninguna enfermedad grave, controlándolo poco a poco», dice. «No hay tanta uva como otros años, pero la calidad es muy buena», afirma coincidiendo con lo dicho por Torres. «Estos vinos son naturales, muy bajos en sulfitos, levaduras autóctonas, sabores de nuestra tierra... luego te pueden gustar o no, pero son vinos diferentes, trabajamos con lo nuestro y hay diferencia», describe.

Mateo Ruiz, propietario de Bodegas Mateos, una bodega familiar que viene de generaciones elaborando vino y también da su impresión sobre la cosecha que puede resultar este año. «Disponemos de 70 u 80 hectáreas de viñedo propio y gestionamos unas 30 más», destaca. «Fundamentalmente nos basamos en los vinos tintos, pero de unos años para aquí hemos entrado en el mundo de los blancos de la mano de la variedad del tempranillo blanco. Somos una de las bodegas que más relación hemos tenido con esta variedad que es algo muy nuevo y nos está dando muchas alegrías», confiesa.

«En los tintos manejamos las cinco variedad más representativas de la denominación», indica, y sobre la garnacha apunta que le han prestado mucha atención. «Gestionamos garnachas de bastante edad y hacemos vinos muy diferenciales de esta variedad que en la zona nuestra adquiere unas características que lo hacen muy diferencial. Todo lo que son las faldas del monte Yerga les dan a los vinos unas características y unas sensaciones muy particulares que los hacen ser sobresalientes dentro del panorama actual de vino», aclara.

Además, llama la atención sobre que la mayoría de su viñedo está cultivado de forma tradicional, en vasos tradicionales y eso implica que «la vendimia tiene que ser manual y lo hacemos todo desde el punto de vista muy respetuoso con el medio ambiente y los ciclos naturales del viñedo. Conseguimos la identificación de cada uno de los viñedos y qué tipo son capaces de hacer», afirma.

En una de las fincas más importantes de la bodega explica que prevé «una campaña inferior a la del año pasado, la sanidad es muy alta por lo que cabe suponer que vamos a tener unos vinos sanos y buenos. El proceso de maduración, al venir un verano seco pero no muy caluroso, está generando un ciclo más largo y nos está permitiendo tener una maduración del componente fenólico bastante buena. Prevemos una cosecha de una calidad alta o excelente, aunque hasta que los vinos no están en bodega no podemos decirlo, pero las expectativas son buenas respecto a calidad», opina.

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