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Un usuario utiliza el Samsung Z
Tizen, la alternativa a Android está en casa

Tizen, la alternativa a Android está en casa

Samsung, el que más teléfonos vende con el sistema operativo móvil de Google, es el primero en lanzar un terminal móvil con esta nueva plataforma apadrinada por una treintena de firmas tecnológicas

Michael McLoughlin

Domingo, 8 de junio 2014, 07:43

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Tizen, el sistema operativo para dispositivos inteligentes que ha conseguido el respaldo de un treintena larga de firmas tecnológicas, ya tiene su primer smartphone. Ha sido precisamente Samsung, que se ha convertido en la cara más visible de este desarrollo basado en Linux, quien ha puesto en juego el Samsung Z, que se pudo ver ya el pasado lunes en la conferencia de desarrolladores de esta plataforma que se celebra en San Francisco.

Se trata de un teléfonos de 4,8 pulgadas HD, con una resolución de 1.280 por 720 píxeles. Corre gracias a un procesador quad-core de 2,3 GHz y cuenta con 2GB de RAM y cuenta con una batería de 2.600 mAh. La cámara es de ocho megapíxeles, la delantera de 2,1 y cuenta con pulsómetro y podómetro, al igual que el buque insignia de la factoría surcoreana, el Galaxy S5. Saldrá al mercado a lo largo del tercer trimestre y lo hará en Rusia, donde se podrá adquirir en color negro y dorado.

Esta nueva meta volante llega tras haber visto ya una SmartTV con este software y dos relojes inteligentes, además de una cámara de fotos. Aparatos todos bajo el paraguas de Samsung. Muchos se preguntan el porqué de la apuesta de la firma asiática teniendo en cuenta que la mitad de los teléfonos Android que se colocan en todo el globo -el 80% del total- son suyos. Como respuesta muchos apuntan a que se trata una bala en la recámara en caso de que el sistema operativo pilotado ahora por Sundai Pichar decidiese cerrar el puño y reducir el margen de maniobra de los distintos fabricantes.

«Uno de los mayores beneficios de Tizen para los socios es la ausencia de normas para su aplicación o características, esto permite que sea personalizado sobre la base de lo que es mejor para el cliente final», explicó el pasado mes de noviembre un directivo del operador nipón NTT Docomo en noviembre del año pasado cuando se oficializó la adhesión de marcas como LG, Konami o Panasonic al proyecto.

Sin embargo, este divorcio es improbable a corto plazo teniendo en cuenta la relación entre ambas compañías, aún más lubricada tras los acuerdos de colaboración firmados en enero. «No significa que nos olvidemos de Android», afirmaba Sunny Lee, responsable de la marca en Europa, en una entrevista poco antes de oficializarse su nombramiento en enero. «Sabemos que hay consumidores que no les gusta la actual plataforma del sistema Android para móviles y otros dispositivos. Esa es la razón por la que nos convertimos en uno de los miembros más activos para conseguir Tizen», remachaba entonces el directivo, quien no dudaba en recordar que la solución de Google dan forma «a su mayor mercado».

Mercados alternativos

Tizen se enmarca en un grupo de alternativas al férreo tándem conformado por Google y Apple y en el que Windows Phone trata de ganar algo de consistencia. Firefox OS, Ubuntu, Sailfish... un grupo de islotes inconexos, que por el momento han sido incapaces de armar por el momento un archipiélago y en cuyo despegue tendrá mucho que ver el catálogo de aplicaciones que consigan articular.

Con el pastel repartido en Estados Unidos y Europa, parece que el futuro más inmediato de estas plataformas pasa por otros mercados emergentes: Rusia, algunos países de Asia, Europa del Este, el norte de África o América Latina, una región donde el declive de Blackberry ha dejado un interesante hueco que rellenar.

Con las herramientas de las que dispone gracias al mecenazgo de Telefónica, Firefox OS parece hacer de Sudamérica el trampolín que permita cumplir las ambiciosas expectativas con las que se plantaron en el Mobile World Congress de 2013, donde acapararon un buen puñado de titulares. Y para ello han apostado a los terminales de gama baja, los de entrada para aquellos que nunca han disfrutado de un teléfono con internet. Un segmento en el que la competencia cada vez es más voraz, como se ha podido ver con ciertas marcas como Motorola. Una estrategia que, a tenor de los visto esta semana, no apunta los mismos derroteros que la de Samsung con Tizen.

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