«Intento torear cada vez mejor, más ceñido y procurando que la faena sea más pura»

– ¿Cómo lleva lo de empezar la temporada más tarde de lo que a uno le gustaría?

– Es complicado porque las grandes figuras ya están rodadas y la competencia con la élite es más dura. Ellos están con las cuadras en estado óptimo y un montón de festejos toreados. Mientras tú sólo has hecho tentaderos en casa y las primeras corridas siempre cuesta un poco más estar a la altura. Por mucho que hayas entrenado en la plaza luego todo es diferente.

– Lleva veintitrés años de alternativa, ¿sigue aprendiendo?

– No sabe cuánto, cada vez me veo más fallos y soy consciente de ellos al momento. La verdadera dificultad que supone la madurez de un torero es que antes llegabas al público gracias a un riesgo que asumías por falta de técnica. Ahora ya tienes la técnica y controlas cuando y cómo asumes ese riesgo.

– ¿Y, ante este escenario, cómo logra llegar al tendido?

– Intento torear cada vez mejor, más ceñido y procurando que el toreo sea más puro y tenga más calidad. Pero a veces es complicado que cale entre la afición porque cuando eres nuevo el riesgo es mucho más palpable que ahora que eres capaz de tapar los defectos gracias a la técnica.

– ¿Con qué caballos está especialmente ilusionado?

– Tengo dos estrellas en la cuadra. La principal es Olé que es hijo de Gallito, tiene mucha similitud con su padre a la hora de torear con un afán lidiador muy bueno y es la base de la cuadra. También está Litri, un caballo perla, que me hace estar cómodo a la hora de banderillear a dos manos que es una suerte que me gusta y me permite realizarla como yo la siento.

– Mañana torea en Madrid, la semana que viene en Calahorra. Son plazas que tienen su aquel.

– Las temporadas se ciñen a compromisos muy importantes. Ya no hay muchas plazas de nivel medio y ahora mismo la mayoría de las corridas son para las figuras. Por eso ahora cada festejo es importante.

– Después de tantos años en activo y con la situación actual, ¿de dónde saca la ilusión?

– De buscar ese caballo que marque la diferencia de verdad. Es encontrar una aguja en un pajar pero un rejoneador no puede evolucionar sin una herramienta que le acompañe, así que la clave es lograr dar con tu caballo y luego hacer la faena de tu vida en el lugar indicado, por ejemplo, ojalá, mañana en Madrid.

– Esta temporada se despide Pablo Hermoso de Mendoza, ¿cómo queda el tablero para la próxima campaña?

– Me da pena su retirada porque sienta cátedra pero quizá se plateen nuevas oportunidades para otros rejoneadores que traigan público nuevo. En mi caso llevo muchos años toreando pero no estoy visto en el primer circuito, nunca he hecho una temporada de una docena de ferias y, como yo hay muchos toreros que llevan años en el escalafón pero que son novedad y con la nueva situación quien sabe si podemos tener cabida en las ferias.

– Habla de ferias y este año se ha quedado fuera de Logroño.

– Siempre se me ha tratado con cariño tanto por parte del público como de la empresa. El año pasado corté dos orejas y veía la posibilidad de repetir este año. También entiendo que se haya planteado un festejo distinto por ser la despedida de Pablo y con el objeto de hacer algo especial con su hijo pero el año que viene será.

– Donde sí va a estar es en Calahorra.

– Este año se ha programado la feria con mucho cariño, hacía muchos años que no se ofrecían tres festejos en la feria, además del Bolsín Taurino de junio y de alguna sorpresa más que puede haber. Me gusta el mano a mano de los dos novilleros riojanos y, por mi parte, me hace mucha ilusión torear en la plaza de toros de mi casa.