«Hemos probado nuestra fortaleza y resistencia»
«Ellos muestran la misma sensibilidad con los pacientes que nosotras», asegura
E. ESPINOSA
Lunes, 8 de marzo 2021, 01:00
Siempre quise ser enfermera, era mi gran ilusión, he tenido la suerte de trabajar en ello y me he sentido muy realizada». Pilar Espinosa transmite el mismo entusiasmo por su trabajo que 44 años atrás, cuando estrenó su primera bata sanitaria. Desde el 2003 es supervisora en la Unidad de Intensivos del San Pedro, donde en estos excepcionales momentos de pandemia tiene a su cargo a entre 130 y 140 profesionales.
Todos ellos están viviendo los meses más duros de sus vidas profesionales y, probablemente, también de las personales. «Si hace un año nos cuentan lo que se nos venía encima nos hubiera parecido imposible llegar a hacerlo, con lo cual hemos probado nuestra resistencia, nuestra fortaleza y lo que es nuestra profesión». Pero lejos de colgarse medallas, Espinosa reconoce el apoyo brindado por el hospital, «siempre pendiente de todo lo que hemos necesitado», e incluso la labor de los alumnos de Enfermería que se incorporaron al centro en plena pandemia: «Ha sido un lujo ver cómo han madurado y trabajado, y en las peores condiciones».
El ámbito de la Enfermería es mayoritariamente femenino, lo que no ha exigido grandes reivindicaciones para la mujer. «Pero es cierto que si miras hacia arriba los puestos directivos suelen estar ocupados por hombres, y eso que este año han cambiado las cosas, tenemos consejera de Salud y presidenta de Gobierno».
En la vida de Pilar no han existido grandes renuncias a la hora de compatibilizar trabajo y familia. «En determinado momento mi prioridad eran mis hijos y cambié de unidad (a Hematología) y mi turno para tener unos horarios más adaptados a ellos, pero fue una decisión personal que no me supuso ningún sacrificio». Habla de principios de los años 80, una época sin ayudas a las jornadas reducidas o las excedencias y con bajas maternales muy diferentes a las actuales.
No es el único cambio que percibe con los años. Explica que «la sensibilidad femenina probablemente es distinta y en determinados momentos se ha notado en el trato con los pacientes, pero los compañeros que se han ido incorporando están mostrando esa misma sensibilidad. Ahora mismo, no hay diferencia».
Y aunque en su entorno laboral tampoco aprecia diferencias en las condiciones y oportunidades para la mujer, aboga por las políticas de igualdad para que esta realidad sea extensible a toda la sociedad.