«Siendo hombre, todo habría sido mucho más fácil»

Marcelina -Maru- Hernáiz renuncia a la palabra modelo, aunque su vida sí que puede considerarse ejemplar. Ha sabido conjugar su pasión (el atletismo) con su trabajo y con su vida familiar, aunque para ello deba levantarse cada día a las seis de la mañana para entrenar sin restarle horas al trabajo.

Esa es una de las recetas para conseguir ser una de las mejores fondistas de España de su grupo de edad (próximamente cumplirá 65 años), esa «y tener una familia que te apoye. Tengo la suerte de tener un marido que ha sido atleta y que, por tanto, entiende lo que es esto y me acompaña a cada prueba, y las hijas -aunque ahora son ya mayores- también me han ayudado y me ayudan».

Pero a pesar de esa colaboración de la familia, Maru tiene claro que «si hubiera sido hombre, todo habría sido mucho más fácil» y explica su afirmación: «Yo pertenezco a otra generación. Mi marido ha hecho otras cosas también muy necesarias, pero la casa la llevaba la mujer. Creo que un hombre habría tenido que renunciar a menos cosas. Ahora todo ha cambiado. Todos ayudan, de hecho mi marido ayuda mucho más ahora que antes».

Maru sabe que los tiempos han cambiado porque ya nadie se extraña cuando la ve corriendo en chándal por las calles: «En mi juventud era muy raro ver a una mujer hacer deporte, pero ahora está normalizado, de hecho ahora hay las mismas pruebas para hombres que para mujeres, e incluso muchas son mixtas».

Esta fondistas internacional -que ya lo fue en su juventud y volvió a serlo como veterana- reconoce que ahora, gracias a los esfuerzos de la Federación Española «las carreras tienen los mismos premios para hombres que para mujeres, algo que antes era impensable y que ni siquiera nos cuestionábamos porque ya sabíamos que era así».

Todos esos cambios han hecho que la sociedad se vaya igualando: «Antes, había un abismo entre los sexos, ahora ya no. Seguro que hay diferencias, pero ya no es como antes. Se ha avanzado mucho», ahora incluso Maru denuncia que «parece que ahora hay quien quiere que el hombre esté como estaba antes la mujer: por debajo. Se trata de estar a la par, no que haya una supremacía de unos sobre otros. Eso no tiene sentido. Hay que buscar la igualdad».