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Vilna, la coqueta y alegre capital de Lituania

Vilna, la coqueta y alegre capital de Lituania

De aires medievales y arquitectura barroca es reconocida como una de las ciudades más bellas del viejo continente

Álvaro Romero

Jueves, 7 de junio 2018, 14:54

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Al suroeste de Lituania se sitúa Vilna, la capital del país y también su ciudad más poblada, con algo más de medio millón de habitantes. El encanto de la urbe radica en ofrecer un estilo completamente distinto al que muestran las grandes capitales europeas, caracterizado por distancias cortas y un ritmo de vida mucho más tranquilo y sosegado, factor que cautiva al turista y hace mucho más llevadera la visita.

Vilnius, como es conocida por los locales, está a tan solo 30 kilómetros de la frontera con Bielorrusia y fue reconocida por la UNESCO como una de las ciudades más bellas de Europa, protegiendo su casco histórico bajo la denominación de Patrimonio de la Humanidad. El centro urbano tiene la virtud de integrarse de forma armónica en el entorno, una región que muestra en todo su esplendor el paisaje del interior.

Ciudad tranquila y verde

Vilna es alegría, diversión y planes para todos los gustos. Es también una urbe moderna, mezcla de historia y cultura; centro político, religioso y de desarrollo científico. El minucioso cuidado de sus calles, parques y monumentos contribuye a generar un ambiente encantador. Está considerada también como una de las capitales más verdes del mundo, hecho al que ayuda de manera decisiva su situación geográfica entre la confluencia de los ríos Neris y Vilna.

Arquitectura barroca

Vilnius es una muestra de esplendor arquitectónico, mezcla de estilos bien definidos entre los que brilla el barroco, pues alberga el casco antiguo barroco más grande de Europa Oriental y Central. Considerado como el mayor valor cultural del país y de importante reconocimiento a nivel mundial.

Todos esos edificios fueron construidos sobre cimientos medievales, entre una estrecha red de callejuelas empedradas donde aparecen salpicadas diferentes torres que se levantaron a través de los siglos. Pero, sería en época barroca cuando se construyeron sus edificios religiosos más importantes, entre los que destacan la Iglesia de San Casimiro y la Iglesia de Johns. Desde cuyo campanario se divisan los rojos tejados del casco antiguo de Vilnius, detalles que hablan por sí solos de la historia de la urbe.

Completando la visita

Pasear entre sus preciosas calles adoquinadas del centro o adentrarse en el bohemio barrio de Uzupis. Descubrir sus monasterios y visitar el Castillo de Gediminas son tareas obligatorias para todo turista que decida visitar la zona. Este último, una pequeña pero poderosa fortaleza que resistió numerosos ataques de los cruzados. Ahora se ha convertido en un símbolo, no sólo de la ciudad, sino también de toda Lituania.

La Catedral es otra de las prioridades, y no es para menos, está considerada como una de las más bellas del mundo. Obra maestra clásica que adorna el centro urbano tras superar una historia difícil llena de tragedias, pero que no le impidió que a día de hoy sea el santuario católico más importante de todo el país.

La Universidad de Vilnius es otro de los complejos más destacados y la más antigua de Europa Central y Oriental fue fundada en 1579. Imponente y majestuosa, es el más claro ejemplo de desarrollo científico y cultural. Su conjunto arquitectónico, además de las aulas, alberga diferentes edificios entre los que se encuentran la iglesia de St. Johns y su campanario.

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