¿Quiere una bolsa?
En muchas ciudades estos días se celebran concentraciones o manifestaciones para reclamar medidas contra el cambio climático, muchas de ellas protagonizadas por jóvenes, a propósito ... de la celebración en la sede de la ONU en Nueva York de la cumbre del clima.
En Logroño, sin hacer manifestaciones específicas, nos sumamos a la lucha contra el cambio climático como sabemos hacerlo muy bien, haciéndolo compatible con la fiesta. Sí, sí, mientras estamos celebrando San Mateo, aprovechando las degustaciones de ternera guisada, embuchados, lomo con pimientos o picadillo, luchamos contra el cambio climático.
¿Cómo lo hacemos? No vamos con pancartas en la mano reclamando más compromiso a los gobiernos, sino que sujetamos con una mano un vaso de vino y con la otra la panceta a la brasa. ¿Dónde está la contribución? Pues en que los vasos que reparten las peñas de Logroño son reutilizables. Una iniciativa que el Ayuntamiento, con buen criterio, quiere extender a todos los actos en los que haya que repartir este tipo de vasos y platos.
Nos angustiamos cuando hemos visto estas semanas arder el pulmón del planeta, el Amazonas, cuando comprobamos cómo disminuye aceleradamente el hielo de la Antártida o los fenómenos climatológicos extremos. La temperatura del planeta sube, de hecho en nuestro país los veranos son casi cinco semanas más largos que hace cuarenta años.
Frente a quienes piensan que no se puede hacer frente a todo esto, creo que no solo hay que aprobar -que hay que hacerlo- medidas por parte de los gobiernos de forma coordinada, sino que está en nuestra mano, en nuestros hábitos cotidianos, contribuir a la lucha contra el cambio climático. Cada uno puede hacer algo, cada decisión que tomamos como consumidores es importante.
Nos pensamos que con reciclar es suficiente, pero hay mucho más: ducharse en lugar de bañarse, comprar productos locales y de temporada, evitar los envases de plástico, ajustar de forma razonable el aire acondicionado y la calefacción y tantas otras.
Cada vez que vamos al supermercado nos pregunta la persona que atiende en la caja: «¿Quiere una bolsa de plástico? Son 5 céntimos». Ahora nos parece lejano aquel tiempo en que se repartían gratuitamente las bolsas de plástico con la compra, espero que dentro de poco se prohíban. De hecho, en Alemania se prohibirán en 2020. De la misma manera que nos parece increíble que se fumara hasta hace poco en un espacio público cerrado, nos parecerá también una barbaridad que utilizáramos vasos de plástico en las degustaciones o que nos dijeran en el súper: «¿Quiere una bolsa?».
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