
La IA y la mujer en los textos medievales
Javier Martín Arista
Catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de La Rioja e investigador principal del proyecto PID2023-149762NB-100
Miércoles, 13 de noviembre 2024, 21:58
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Javier Martín Arista
Catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de La Rioja e investigador principal del proyecto PID2023-149762NB-100
Miércoles, 13 de noviembre 2024, 21:58
Cuentan que en Hispania también se perdió un reino en un día, en una batalla librada a la orilla de un río. Aquel 14 de ... octubre del año de Nuestro Señor de 1066 fue el final de un mundo, pero los hombres que lucharon en Hastings son recordados como protagonistas de sucesos que marcaron el curso de la historia. Por el contrario, el papel de las mujeres en estos hechos lejanos estaba minimizado y silenciado, aunque ahora es posible reescribir estos relatos antiguos con la inteligencia artificial y hacer algo de justicia a la contribución de las mujeres a la historia.
Los algoritmos apenas encontrarán mi nombre en las crónicas anglosajonas. Yo, Ealdgyth, soy poco más que una nota en el margen de estos anales. Sin embargo, muchos inviernos después de los trágicos acontecimientos de 1006, me pregunto qué pensarían aquellos cronistas si supieran que las máquinas podrían desvelar la historia que ellos ocultaron. Como compañera de Harold Godwinson, el último rey anglosajón de Inglaterra, recuerdo como si fuera ayer aquellos días en los que se derrumbaron nuestro reino y nuestro modo de vida. Todo cambió aquel otoño funesto. Primero tuvo lugar la invasión de Harald Hardrada desde Noruega. Harold partió hacia el norte y logró una victoria gloriosa en Stamford Bridge pero, a los pocos días, los normandos de Guillermo el Bastardo desembarcaron en el sur. Harold tuvo que marchar a toda prisa hacia Hastings. Nunca volví a verlo.
Mientras las máquinas escanean los antiguos manuscritos, pienso en todas nosotras, en las mujeres de 1066. Ahora, la inteligencia artificial puede visibilizar nuestra historia a partir de pequeños fragmentos: una firma aquí, una donación allá, un sello, una inscripción en una lápida, una moneda, una referencia en una carta. Un nuevo relato de estos acontecimientos mostrará que las mujeres anglosajonas no fuimos actrices secundarias respecto de los hombres sino que desempeñamos papeles activos tomando nuestras propias decisiones y forjando nuestros destinos.
La reina Edith, más que la viuda del rey Eduardo o la hermana de Harold, fue una mujer culta y educada que encargó la escritura de la Vita Ædwardi, dejando así su huella en la historia. La vieja Gytha protegió el tesoro familiar, coordinó la huida de muchas damas y organizó una red de resistencia que se extendía hasta la corte danesa de su sobrino, el rey Svein Estrithson. Gunnhild, que estaba en Wilton, donde las mujeres estudiaban latín, copiaban manuscritos y componían poesía, la acompañó al exilio, llevándose consigo su valioso libro de salmos con glosas en inglés antiguo. La joven Gytha encontró su destino muy lejos, tratando de mantener el linaje anglosajón en Smolensk y Kiev. Mientras tanto, asistíamos a la llegada de Matilda de Flandes, la nueva reina normanda. Ella también era una mujer educada y, gracias a su influencia, los normandos empezaron a enviar a sus hijas a educarse en conventos, como hacíamos nosotras. Su hija Cecilia, educada en La Trinidad de Caen, y su otra hija Adela, que llegaría a ser condesa de Blois, continuarían esta tradición de mujeres cultas y poderosas.
Yo también elegí mi camino. Los cronistas sólo se refirieron a mi relación con Harold, pero mi vida fue mucho más que eso. Como princesa galesa, tenía mis propias alianzas, mis recursos, mi influencia. La llegada de los normandos puso a prueba mi capacidad de adaptación y supervivencia, así como mi entrega a la causa de preservar lo que pudiera salvarse de nuestra vida anterior.
Dejo este testimonio para las máquinas capaces de reimaginar nuestro pasado, para que busquen las historias de las mujeres que vivimos los dramáticos eventos de 1066. Este no fue solo el año en que los normandos conquistaron Inglaterra. Fue el año en que las mujeres anglosajonas demostramos nuestra fuerza, nuestra resistencia, nuestra capacidad de reinventarnos. Y esta es una historia que merece ser contada.
Este texto, basado en English Royal Women and Literary Patronage, 1000-1150, de Elizabeth M. Tyler, ilustra el proceso de reescribir textos medievales con inteligencia artificial en el marco del proyecto PID2023-149762NB-100 que llevamos a cabo en la Universidad de La Rioja. Este proyecto pretende contribuir a mejorar los modelos y maximizar los datos de la inteligencia artificial mediante el estudio de lenguas poco documentadas, como el inglés antiguo (siglos VII-XI). Dada la escasez de textos disponibles, se está generando texto sintético para el entrenamiento de modelos computacionales. Entre las estrategias para obtener texto gramaticalmente correcto y estilísticamente apropiado, destaca la de reimaginar los eventos de las crónicas desde la perspectiva de las mujeres, normalmente ausentes o invisibles en los textos medievales.
El proyecto PID2023-149762NB-100 se presenta hoy, en las jornadas del Plan de Transformación 'The interdisciplinary nexus of NLP, Linguistics, and Literary Studies' en la Universidad de La Rioja.
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