Impuesto al perro
Como no tenemos casi hijos, en lugar de guarderías para niños crecen las residencias caninas y se ponen en marcha centros de masajes para perros
Salgo a pasear por el parque por la tarde entre semana, cuando puedo, o los fines de semana por la mañana y aunque hay una ... zona de juegos reservada para niños, rara vez veo a alguno. Lo que no falla, da igual la hora, da igual el día, es gente paseando a sus perros. Normalmente hacen corro y charlan mientras los perros corren y ladran (aunque hay carteles que indican claramente que no se pueden llevar perros sueltos).
No veo por el parque casi nunca niños, pero veo siempre perros. Por eso no me extraña leer que cada vez en más ciudades españolas hay más perros que niños. En diez distritos de Madrid, casi nada, hay registrados el doble de perros que de niños. En León, una ciudad de las dimensiones de la nuestra, el porcentaje es todavía mayor, hay 2,55 perros por cada niño. Me gustaría saber el porcentaje canino en Logroño. No hay más que ver los centros veterinarios y hasta las peluquerías caninas que cada vez proliferan más.
Como no tenemos casi hijos, en lugar de guarderías para niños crecen las residencias caninas y se ponen en marcha centros de masajes para perros; sí, sí, de masajes. Se podía leer en un periódico nacional un anuncio de un centro de este tipo que decía: «Si su perro pudiera hablar le diría que le encantaría jugar en nuestras instalaciones e irse de excursión con otros compañeros». Hay quienes reclaman ayudas a las familias con animales en su casa de la misma manera que hay ayudas a las familias numerosas. Esto se nos está yendo de las manos.
Que cada uno se gaste su dinero en lo que quiera, pero cada vez se destina más dinero de todos, a través de las Administraciones públicas, sobre todo de los ayuntamientos, a cuestiones derivadas de los perros en las ciudades: la limpieza de jardines y de las meadillas por calles y paredes, los dispensadores de bolsas para los excrementos caninos o los registros y controles de los canes. Por eso, con buen criterio, algunas ciudades en España han aprobado el impuesto al perro. En concreto, Zamora cobra la módica cantidad de 9 euros al año, no sin polémica, claro.
En países que normalmente nos adelantan en cuestiones cívicas, como Alemania o los Países Bajos hay ya, y sin discusión, un impuesto por perro, que puede llegar a los 300 euros y en los que las multas por no tener microchip son muy elevadas y se cumplen, no como aquí. Lo normal es que la cantidad sea variable en función de la raza del perro.
Los gastos que a todos nos originan los perros son cada vez mayores, así que espero que esta medida se implante en Logroño. De la misma manera que se paga el IBI o el impuesto de circulación, no sé a qué estamos esperando para que se pague el impuesto al perro.
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