Hojarasca confusa
MEZCLADO, NO AGITADO ·
La pretensión de derogar la Ley de Amnistía aprobada en la Transición, que a tenor de sentencias dictadas por el Constitucional, si son desfavorables al ... reo no se pueden aplicar de forma retroactiva, ha sido una maniobra con la que alentar revanchas de revisionismo histórico, equiparable a cuando en América acusan de genocidas no solo a los participantes en la gesta del Descubrimiento sino a toda la sociedad española contemporánea. Y es también homologarse con el populismo de los que enardecen a sus seguidores bovinos, con la visión sesgada sobre aquel trance: los Maduro, Ortega, entre otros muchos, entretanto reinan como sátrapas millonarios sobre la miseria de sus propios países.
Lo mismo ocurre con la pretendida reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, a la que, la izquierda, con habilidad para poner motes, tildó como 'ley mordaza'. Entre tanto, ellos mismos, fabrican sus recurrentes septicemias: la pobreza energética o la transformación digital; la transición ecológica y el cambio climático; o el reto demográfico; generando tópicos de dudosas expectativas, pero que apenas les pasa factura por su contrastada habilidad para difundir relatos exitosos sobre logros inalcanzados. Demostrando con ello que son capaces de darle sopas con honda a los pasmados de la derecha, que andan con el bolo colgando en esos enredos de si son galgos o podencos, distrayéndose del verdadero proyecto por el que deberían trabajar, que no es otro que el de proponer sanas alternativas contra tantos quebrantos, con los que nos enfanga el del Falcon; el mismo que, tras la sentencia del Constitucional que dictó la ilegalidad de los confinamientos, dijo que volvería a hacerlo. Que es como pasarse por el arco del triunfo el fallo legal, y deducir un elemental silogismo que le equipara al golpismo catalán. Esta pretendida reforma de dicha Ley de Seguridad no busca sino garantizarse la impunidad –si es que, visto lo visto, alguna vez están en la oposición–, y desde ella incendiar las calles con manifestaciones contra todo, solo por joder (y por el poder) como en el chiste del gallego, al que preguntaron en el lecho de muerte donde quería que le enterrasen; respondió que si moría en San Benitiño de Abajo lo hicieran en San Benitiño de Arriba, y que si moría en el de Arriba que le enterraran en el de Abajo. ¿Y por qué? le preguntaron:... «solo por xoder», respondió.
Otro frente es el de la ley de Educación, que logrará embrutecer a las próximas generaciones en un experimento social digno de regímenes autocráticos. Y entre tanto la derecha, ay la derecha, enredada en esa lucha a garrotazos –entre el aceitunero altivo y la grácil ninfa–, bajo la pusilánime actitud del abulense, lo que facilita una cortina de humo mediática que oculta toda la mugre que se está pactando con los ERC-diablo-Bildu. Y con el sibilino PNV, al que esta vez, cosa rara, no le ha salido bien la jugada de desmembrar la DOC Rioja, aunque ya veremos cuánto dura la hibernación de su órdago, contra esta tierra que bien merece respeto; y 'un vaso de bon vino' (sin aguar).
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