El futuro contra el cáncer
No es ético demorar un año y medio la aprobación de medicamentos que pueden salvar la vida de miles de pacientes
MARIANO PROVENCIO
Domingo, 4 de diciembre 2022, 21:30
Esta mañana atendí a una paciente. Tiene un cáncer de pulmón, uno de los tumores con peor pronóstico y expectativas de vida que existe en ... la actualidad. Incluso en estadios iniciales, aquellos que podemos operar y quitar con cirugía, un 40% no sobrevivirá a los cinco años. Ha entrado en un ensayo clínico después de que el primer tratamiento no funcionase y la enfermedad volviera a aparecer. Gracias a este ensayo ha podido acceder a una droga nueva frente a una mutación rara contra la que actualmente no hay tratamiento aprobado y que su tumor presenta. El cáncer está en regresión, y la paciente se encuentra cada vez mejor.
Pensando hoy en ella es inevitable recordar lo mucho que se ha avanzado en este tumor de alto impacto gracias a la investigación. Hace unos años, solo hablábamos de cáncer de pulmón, como una única entidad. Hoy, sin embargo, más del 50% tiene algún marcador molecular identificado que permite afinar el tratamiento, dirigirlo. La inmunoterapia, además, ha cambiado de manera radical el pronóstico de muchos de nuestros pacientes: hablamos de años de supervivencia en enfermedad metastásica cuando antes eran semanas.
Los ensayos clínicos nos han ayudado a progresar. Y debemos estar orgullosos. España es uno de los países con mayor investigación y participación en ensayos clínicos en Oncología. Sólo en 2021, España contaba con 1.521 ensayos clínicos en marcha. Una labor, en gran medida, impulsada por los Grupos Cooperativos de Investigación, que de forma independiente y sin prácticamente soporte público o mecenazgo están liderando la investigación oncológica en España. En el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), por ejemplo, el año pasado participaron cerca de 9.000 pacientes en estudios diseñados de forma independiente. Gracias a este microclima investigador, en algunos casos, desde España estamos logrando cambiar la forma de abordar algunos de los tumores pulmonares más frecuentes. Un cambio en la práctica clínica y en la llegada de nuevos fármacos que sigue un riguroso camino: desde la publicación en una revista de alto impacto que sufre imparables revisiones hasta el sometimiento de la nueva droga a las diferentes entidades reguladoras que establecen el riesgo/beneficio, las condiciones de su uso... En Europa, sin ir más lejos, el Committee for Medicinal Products for Human Use (CHMP) es un organismo compuesto por comités científicos de disciplinas distintas y con acreditada independencia de la industria farmacéutica, que evalúan la documentación, los datos clínicos e incluso pueden pedir otros nuevos análisis o bien condicionar la aprobación de la nueva droga a otros estudios. Finalmente, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) da su visto bueno y aprueba su uso en Europa.
Debemos superar las barreras que impiden que la innovación llegue a los enfermos
Significa esto que la generosidad de mi paciente participando en un ensayo clínico, los resultados positivos del estudio, las publicaciones de los resultados en revistas de alto impacto o las autorizaciones positivas de las agencias reguladoras ¿lograrán que este fármaco llegue rápidamente a otros pacientes en su misma situación y con esta misma mutación para que puedan beneficiarse? Lamentablemente la respuesta es 'NO'. En España se abrirá a partir de aquí un largo proceso en el que se reevaluará todo lo ya evaluado. Hay que hacer un IPT (Informe de Posicionamiento Terapéutico) que debe, otra vez, evaluar la evidencia, aquí, localmente. Y aún faltan meses para que este proceso termine, contando con la negociación del precio. Según datos del informe 'Demoras y Restricciones en el Acceso a Tratamientos Innovadores para el Cáncer de Pulmón en España', elaborado por el GECP, los fármacos o indicaciones que consiguen financiación sin restricciones para la indicación para la que han sido aprobados sufren retrasos de más de año y medio sobre el plazo establecido legalmente en España.
¿Es ético demorar un año y medio lo que sabemos que puede salvar la vida de miles de pacientes? ¿Es imposible superar este retraso? ¿Son necesarios los mecanismos regulatorios españoles tras la aprobación de la EMA? La respuesta nuevamente es 'NO' y nuestro mejor ejemplo está a la vuelta de la esquina, con la pandemia de el COVID-19. En este caso, la innovación surgida de la comunidad científica llegó rápidamente al paciente en forma de vacuna. Gracias a eso hemos logrado superar una de las peores crisis sanitarias vividas en los últimos tiempos. Pero ¿es que acaso el cáncer no lo es? Cada año se diagnostican en España más de 285.530 nuevos casos, cerca de 30.000 tumores de pulmón.
Y es que detrás de cada diagnóstico, de cada nuevo ensayo, hay un paciente con nombre y apellidos, con una historia. Debemos superar la barrera actual que está impidiendo que la innovación llegue a los pacientes. Debemos trabajar juntos por lograr un proceso ágil, transparente y participativo. Estamos perdiendo oportunidades y años de vida. Con cada nuevo ensayo, con cada nueva droga, siempre recuerdo aquel paciente por el que pudimos haber hecho más. Que nuestro esfuerzo llegue.
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