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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se dirige a los vecinos del sevillano barrio de Pino Montano en el primer acto de la campaña 'El Gobierno de la Gente'. EFE/Vídeo: Atlas

Sánchez polariza con un Feijóo al que presenta como títere de las energéticas

Abre en el feudo de Sevilla su campaña del 'Gobierno de la gente' para intentar reactivar una «mayoría social» frente al auge electoral del PP

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Sábado, 3 de septiembre 2022, 14:11

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Pedro Sánchez inauguró este sábado en Sevilla su campaña en la calle para propulsar 'El Gobierno de la gente' con la que pretende dar aire público, a través de una treintena de actos con la ciudadanía, a «las muchas cosas» que hace su Ejecutivo en contraste con 'la política del no' del PP de Alberto Núñez Feijóo. Pero las crudas consecuencias socioeconómicas de la guerra en Ucrania se volvieron a colar, oscureciéndolo de inquietud, el mensaje con el que el presidente pretende recobrar aliento electoral, situándose a medio camino entre no ponerle «paños calientes» a una coyuntura endiablada y no incurrir en «el discurso del miedo» que atribuye a la derecha arriba en las encuestas.

Sánchez no pudo eludir el último sobresalto –el corte del gas a Europa del Kremlin–, pero lo afrontó reivindicándose de nuevo como adalid de las reformas energéticas en la UE y tratando de dar la vuelta a las críticas a su gestión presentando a Feijóo como un títere de las compañías eléctricas y gasistas, equiparadas con el demonio en esta crisis. Ante las decenas de militantes socialistas congregados el barrio hispalense de Pino Montano, que interrumpieron con constantes aplausos la intervención de su secretario general –saludado, también, con algunos abucheos y pancartas en contra–, Sánchez fijó en la pared los clavos que piensa golpear en los complicados meses que se avecinan, marcados por las incertidumbres de la guerra y el ciclo electoral de 2023.

El presidente incidió en que el suyo, «el Gobierno de la gente», es el que prioriza los beneficios «para todos» y ampara a «las clases medias y trabajadoras», frente a un PP abrazado a «los recortes» y a las élites de poder. En la capital andaluza fue un paso más allá al aseverar que ya no se trata solo de que «la derecha política, económica y mediática» actúe al unísono contra actuaciones de su Gobierno, como la conquista de la 'excepción ibérica' gasista. El dirigente socialista recargó la artillería aseverando que son «las empresas energéticas las que llevan de la mano» al PP en su táctica de «decir no a todo»; una denuncia que obvia la abstención de los populares en el segundo plan anticrisis y el puñado de votaciones, como la de la Ley de Seguridad Nacional, en las que han avalado al Ejecutivo.

Acto parejo a los de Díaz

En mangas de camisa, sonriente y distendido, el jefe del Gobierno eligió el escenario de la puesta de largo de su campaña –de inspiración pareja al 'proceso de escucha' de la vicepresidenta Yolanda Díaz– con toda la intención. Andalucía, tras la debacle de las izquierdas el 19-J frente a la mayoría absoluta del PP que engrasó las expectativas de Feijóo; Sevilla, emblema del poder socialista desde la Transición y cuya Alcaldía aspira a retener en las municipales de mayo; y el barrio de Pino Montano, uno de los más populosos y populares de la ciudad y distinguido por sus movimientos vecinales. Un marco destinado a contraponer al «presidente de la gente» a «los agoreros, los cenizos y los tristes» con los que el alcalde, Antonio Muñoz, identificó a la derecha.

Sabedor del agujero argumental que le ha abierto el haber asumido la rebaja del IVA del gas exigida por Feijóo hace meses, el presidente contrapuso que él ya promovió el año pasado, antes de la guerra, los alivios impositivos en la factura eléctrica. Sabedor, también, de que Feijóo le zahiere por ese flanco, recalcó que aplica «políticas sociales» pero con «responsabilidad fiscal». Y sabedor, por último, de que tiene las encuestas en contra, se empleó en erigirse en el referente de «la mayoría» frente a «los intereses minoritarios y particulares» que cobija el PP y que cobijan al PP, martilleó.

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