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Registro de la vivienda de uno de los detenidos. Luis Calabor
Los detenidos por el crimen de los ancianos de Bilbao se culpan mutuamente

Los detenidos por el crimen de los ancianos de Bilbao se culpan mutuamente

La Policía analiza un cuchillo con el filo roto y ensangrentado hallado en el piso de las víctimas

AINHOA DE LAS HERAS

Bilbao

Miércoles, 24 de enero 2018, 12:40

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La Fiscalía de Menores decidió ayer prolongar la detención del tercer joven arrestado por el doble crimen de Otxarkoaga (Bilbao), según ha confirmado un portavoz del Departamento de Seguridad. El chico, de 16 años y sin antecedentes penales, pasó a disposición judicial a mediodía de ayer y podría permanecer «probablemente hasta mañana (por hoy)» en dependencias de la Fiscalía, según las mismas fuentes.

Será entonces cuando la fiscal decidirá si ordena el ingreso del joven en el centro cerrado de Zumarraga, como los otros dos detenidos de 14 años, o queda en libertad y en qué situación. La prórroga en el arresto de un menor es una decisión poco habitual, según los medios judiciales consultados. Por su parte, los dos implicados en el asalto se inculpan mutuamente de los hechos y aseguran que vendieron las joyas robadas en el mercado negro.

De las primeras declaraciones de éstos parece desprenderse que el tercer detenido, vecino de un inmueble cercano al piso del matrimonio octogenario, estuvo vigilando en el exterior mientras ellos accedían a la vivienda de la calle Zizeruena entre las nueve y las diez de la mañana del pasado jueves, día 18 de enero, por lo que tendría una participación en todo caso secundaria en el asalto.

Las claves

  • Medida poco habitual. Estaba previsto que el último detenido pasara la noche en dependencias de la Fiscalía de Menores.

  • En los registros. Dos de los chicos cubrieron sus rostros con chotos y el otro se presentó a cara descubierta.

  • Posible arma homicida. Se analiza un cuchillo con el filo roto y ensangrentado hallado en el piso de las víctimas.

  • Objetos robados. Los detenidos han asegurado que vendieron las joyas en el mercado negro.

  • Autopsia. El hombre recibió golpes en la cabeza con un objeto compatible con un cajón.

Agentes de la Policía Científica y del Servicio de Investigación Criminal Territorial de Bizkaia (SICTB) participaron ayer por la mañana en el registro de los domicilios de los tres detenidos, dos en el barrio de Otxarkoaga y otro en Balmaseda, donde se refugió uno de ellos, con la presencia de los acusados. El primero en efectuarse fue precisamente el del tercer detenido. El chico, que cubría su rostro con el choto de una sudadera azul, llegó en un coche policial camuflado sin distintivos, como los otros dos, desde la comisaría de Deusto, donde había pasado la noche en un calabozo.

Dos allegadas entraron primero en el domicilio para sacar a dos perros y permitir así que los agentes y el personal del juzgado cumplieran con su trabajo. En los tres casos, los agentes buscaban pruebas inculpatorias de su participación en el robo y el doble asesinato de Rafael y Lucía, como joyas u otros objetos robados o ropa manchada de sangre. Los investigadores permanecieron en los pisos cerca de una hora.

En el mismo barrio bilbaíno se inspeccionó la vivienda donde reside la familia del segundo de los detenidos, que presenció el registro tras ser trasladado desde el centro de internamiento de Zumarraga, donde se encuentra desde el pasado lunes. El joven también ocultó su rostro con una prenda de color blanco y al salir su madre le gritó: «¡Te quiero mucho!». Después, un amigo que reprochaba a los periodistas que tomaran imágenes por tratarse de un menor, le lanzó: «¡Cuídate!». Tanto él como el otro chaval de 14 años proceden de entornos con problemas de integración y han estado tutelados por la Diputación vizcaína. El primero de ellos se fugó de un centro, que denunció su desaparición.

A cara descubierta

El registro de Balmaseda se inició pasadas las doce y media del mediodía. El primero de los detenidos de 14 años, considerado por los investigadores como el autor material de los homicidios, apareció con la cara descubierta y vestido con un chandal gris. Lloró cuando entraba en la casa. Los policías extrajeron del domicilio donde se había escondido tras el doble crimen dos cajas, que podrían contener las evidencias decomisadas.

Mientras, en el laboratorio de la Policía Científica se estudia si el cuchillo con el filo roto y ensangrentado que se encontró el lunes en la vivienda de las víctimas fue el arma homicida. La mujer murió por una herida de arma blanca que le alcanzó el corazón y su marido por los golpes recibidos en la cabeza, aunque también presentaba cortes. El examen forense reveló también que el hombre tenía heridas efectuadas por un objeto contundente y con aristas, que podría asemejarse a un cajón.

Los investigadores han recogido también unas zapatillas con la suela manchada de sangre, que analizan si pertenece a las víctimas. Sospechan que uno de los acusados se hirió al acceder a la vivienda por una ventana trasera. Los asaltantes debieron de sorprender a los moradores cuando Rafael regresaba de hacer los recados, como acostumbraba a primera hora de la mañana.

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