Antxon Alonso, el empresario vasco que «se gastaba la pasta» en Madrid con Cerdán
El emprendedor trataba de llevar una vida «sencilla» a pesar de su «gran relación» con Koldo García y el número 3 del PSOE
Oskar Ortiz de Guinea
San Sebastián
Jueves, 19 de junio 2025, 08:23
El empresario de Elgoibar que en marzo de 2018 estaba en Madrid «de fiesta en fiesta gastándose la pasta» con el exdirigente socialista Santos Cerdán, ... según wasapeó entonces Koldo García a su exmujer, tal como recogió el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que se ha cobrado la vida política de Cerdán, era hasta hace un mes un gran desconocido en la presunta trama de corrupción para la adjudicación de contratos públicos en el Ministerio de Transportes durante la etapa de José Luis Ábalos.
Aunque su nombre había trascendido un año antes, saltó a la palestra mediática en unas informaciones periodísticas del 21 de mayo, cuando se supo que la UCO le investigaba a raíz de dos denuncias sobre la adjudicación de las obras de los túneles de Belate (Navarra). Un contrato de 76 millones de euros que se llevó una UTE (unión temporal de empresas) formada por Acciona, Osés Construcciones y Servinabar 2000. Ahí se puso nombre y apellidos al titular de esta última empresa radicada en Pamplona, Joseba Antxon Alonso Egurrola, que pasaba por ser su administrador único. La UCO ha sabido ahora que, en realidad, Cerdán tendría el 45% de las acciones de esta constructora navarra casi desde el día en que fue creada en 2015. Porque el 1 de junio de 2016, el guipuzcoano transmitió al exnúmero 3 de los socialistas al menos 1.350 participaciones sociales de las 3.000 que constituyen en total esa empresa.
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Así lo refleja una escritura privada encontrada en un dormitorio durante el registro que agentes de la UCO llevaron a cabo el pasado día 10 en el domicilio donde 'el Guipuchi' reside con su mujer y dos hijos en Elorrio, donde está asentado desde hace ya bastantes años. Aunque nacido en Elgoibar, lleva ya tiempo residiendo en el municipio vizcaíno.
Fue una macroperación policial realizada en otros cinco domicilios, entre ellos la sede de Servinabar, en un tsunami que ayer se cobró otra víctima política: el vicesecretario general del PSOE navarro, Ramón Alzórriz, que anunció su dimisión al conocerse que su mujer trabajaba en esta empresa investigada.
La última vez que se vio a Alonso en Gipuzkoa fue el 24 de mayo en Elgoibar, tres días después de que se le mencionara en el caso
Como máximo responsable de Servinabar, Alonso Egurrola supuestamente actuó como un empresario que desde la sombra logró adjudicaciones millonarias junto a Koldo García, según se desprende de la investigación de la UCO. El contrato que despertó sospechas sobre su figura fue el del desdoblamiento del túnel de Belate, por un montante de 76 millones de euros. Aunque Servinabar ya había conseguido otras licitaciones en comunión con Acciona –como la mina de potasa Mina Muga entre Sangüesa y Aragón, que fue paralizada por la justicia, o la adecuación de oficinas en el Navarra Arena en 2017–, ninguna había alcanzado tal envergadura. Este logro por parte de una empresa que con solo 9 trabajadores representaba el 15% de la UTE formada con Acciona y Osés llamó la atención de UPN, que en marzo de 2024 preguntó por ello a Chivite. En su respuesta parlamentaria, fechada el 14 de mayo, la presidenta navarra apuntó que solo se había reunido cuatro veces con Antxon entre 2020 y 2021, y siempre a solicitud de él y con motivo del proyecto de la mina.
Sorpresa en Elgoibar y Elorrio
Un paseo por Elgoibar y Elorrio, las localidades natal y residencial de Alonso Egurrola, revela la sorpresa que sus vecinos se han llevado al comprobar la «importancia» que la UCO atribuye al 'Guipuchi' en esta red de adjudicaciones irregulares. No es fácil encontrar personas que contribuyan a dibujar un perfil del empresario. En Gipuzkoa, porque «hace 25 o 30 años que se fue del pueblo», donde aún viven su madre y su hermano, «una persona muy fina, muy diferente a Antxon». Y en Bizkaia, porque «lleva una vida muy discreta», coinciden varios elorriotarras, incluido algún vecino de su portal y clientes de un bar cercano al que suele acudir. «Nunca sospecharías que alguien como él pudiera codearse a esos niveles. Aunque puede ser un poco 'haundiki', no hace ostentaciones: vive en un tercer piso, tiene un coche normalito... Los fines de semana le puedes ver con ropa de monte. La mujer también es muy normal. Ha sido andereño aquí y en Apatamonasterio».
«Nunca sospecharías que alguien como él pudiera codearse a esos niveles, no hace ostentaciones», cuenta un vecino
Desde que está en el ojo del huracán, Alonso Egurrola ha dado un paso atrás en sus exposiciones públicas. «A mí no me ha cogido el teléfono», apunta una mujer de su entorno profesional. Tampoco ha respondido al interés de este periódico por hablar con él.
Pero hace apenas tres semanas mantenía su vida más o menos normal. De hecho, el 24 de mayo, tres días después de que su nombre apareciera en la prensa, Alonso Egurrola acudió a la fiesta que los quintos de 1965 celebraron en Elgoibar con motivo de sus 60 años. «Se había apuntado, y pensamos que con todo el lío no vendría –recuerda uno de los participantes–. Pero vino». Muestra de ello es la fotografía que acompaña estas páginas. La misma fuente asegura que hubo quien le inquirió por qué su nombre había aparecido en la Prensa, «y le quitó importancia, dijo que era porque tenía muy buena relación con Cerdán».
En la quintada poco aportan sobre él. Unos, «por no querer líos». Otros, porque «el Antxon que conocimos nosotros» como alumno de la ikastola o del instituto del pueblo «no es el de ahora. Menudo disgusto tendrá su madre», que regentó una modesta tienda de ultramarinos en el barrio de San Roke.
«En la quintada, le restó importancia a que su nombre saliera en la trama, dijo que era porque conocía a Cerdán»
Alonso Egurrola estudió Magisterio en Eskoriatza antes de emprender su vida laboral. «Que sepamos, se dedicó a la compraventa de pabellones y terrenos –cuentan en Elgoibar–. Pero así como sabes a qué se dedica su hermano, con él no pasaba eso». Esto concordaría con ese deseo por volar bajo el radar que observan los investigadores.
Porque Koldo García y Antxon se conocen al menos desde 2015, cuando el 26 de junio constituyeron Noran Coop. Se trata de una cooperativa domiciliada en un edificio de oficinas en la calle Portuetxe del barrio donostiarra de Igara, a la que la UCO adjudica el desvío de fondos públicos procedentes de adjudicaciones irregulares. Según la investigación remitida al juez, Noran habría recibido más de 360.000 euros de la sociedad que el propio empresario de Elgoibar fundó en Pamplona, la ya 'famosa' Servinabar. En un primer informe, la UCO sostuvo que Cerdán tenía «capacidad decisoria» en la empresa de Pamplona y ayer se supo que además el exnúmero tres del PSOE habría adquirido el 45% de la empresa investigada en la trama.
Según publica 'Diario Vasco', unas semanas antes, el 1 de junio, Koldo se había dado de alta en la Seguridad Social como autónomo en Gipuzkoa, en concreto «como agente de la propiedad inmobiliaria», según señala la UCO. No consta que tuviera ninguna actividad. De hecho, el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Gipuzkoa confirma que nunca se colegió, condición indispensable para poder ejercer como tal.
Una veintena de empresas
Rastrear la pista empresarial de Alonso Egurrola es labor compleja, porque incluye multitud de ramificaciones. Su nombre figura en cerca de una veintena de sociedades mercantiles o cooperativas, la mayoría del sector de la construcción, servicios e inversiones. También de los seguros. Las más significativas son Noran Coop, Servinabar 2000, Residencial Merindades SL y Alegure SL, una sociedad en principio unipersonal con la que participó en UTE con Acciona para la construcción de un colegio público en Arbizu (Navarra) por 3,1 millones de euros.
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