Los Calis abarrotan la Casa de Andalucía
El trío de rumba flamenca actuó en la noche del martes de San Mateo en Logroño tras hacerlo por la tarde en Baños de Río Tobía, dedicó el tema 'Libertad para ti' «a los que están en el talego» e interpretó dos veces sus célebres canciones 'Una paloma blanca' y 'Heroína'
Los Calis desbordaron la Casa de Andalucía en la noche del pasado martes. No solo se abarrotó la carpa sino que la gente se agolpó en los accesos. Más o menos, como cuando The Beatles tocaron en Las Ventas. Ríase usted de las medidas de seguridad por el covid. El control del aforo en el espacio público, inexistente. Desde luego, la actuación fue más un fenómeno social que musical. Los Calis habían tocado por la tarde, a las 17.30 horas, en Baños de Río Tobía y, por la noche, a las 23.00 horas, lo hicieron en este programa de San Mateo de Logroño del que sentirse «especialmente satisfecho» -como dijo el concejal Miguel Sainz- por el esfuerzo realizado en materia musical, puesto que da «un salto cualitativo y cuantitativo». Entre las dos localidades, ambas en fiestas, hay una diferencia de 150.000 habitantes.
De los originales José Luis Jiménez, Eduardo García y José Hernández, tres vendedores de fruta del barrio madrileño El Pozo del Tío Raimundo, solo permanece el último, que resucitó el trío de rumba flamenca hace ya más de una década, al parecer acompañado de dos sobrinos. Porque sobre de quienes ocupaban el escenario llamó la atención la diferencia de edad entre José Hernández y sus acompañantes. El sonido tuvo al menos todas las bases y coros grabados, así Los Calis solo se dedicaron a cantar y dar palmas. Tan defectuosa fue la calidad que desde el final se gritaba «¡No se oye!». Más exactamente, apenas se entendía nada cuando hablaban pero, mágicamente, sí cuando cantaban. Sin más preámbulos ni paráfrasis: hay karaokes que suenan mejor.
Tras temas anodinos como 'Si tú quisieras regresar' y 'Buenas noches, soledad', llegó el primer hit, 'Será difícil ser feliz', que hizo cantar el estribillo al respetable. Casi como guinda hubo una bronca entre el público y, sin enterarse, Los Calis dedicaron 'Libertad para ti' «a los que están en el talego». Acto seguido hizo acto de presencia una fila india de agentes de Policía Nacional que, tal como llegaron, como si se hubieran equivocado de lugar o no encontraran espacio al fondo, dieron media vuelta y se esfumaron.
Con 'Una paloma blanca' el público se llenó de móviles grabando como si fueran adolescentes ante la última canción de Aitana. Pero el éxtasis, por supuesto, llegó con 'Heroína', un himno generacional con verdades incómodas. El respetable, enfervorecido como si cada uno de los espectadores hubiera sufrido en su propia piel ese mismo drama, cantó como se cantan los goles de la Selección Española de fútbol. Es extraña la banalización de un problema como es la adicción a la droga en la que se ha convertido la célebre canción de Los Calis, en origen, en los 80, una crítica social cuando el grupo era una cara b más cruda, marginal y realista de Los Chichos y Los Chunguitos. Tanto sentido ha perdido el tema que, en medio de todo el follón, una familia cruzó toda la carpa con dos carritos de niño con los churumbeles fritos, algo insólito.
Pero ahí no acabó la hora de actuación porque volvieron a interpretar 'Una paloma blanca'. Entonces la cosa se puso seria porque por un momento pareció que le habían dado la vuelta al casete e iban a repetir el concierto. Hubo negociación con la organización para tocar una más, los responsables de la Casa de Andalucía se subieron al escenario para hacerse una foto junto a Los Calis y, cuando todo parecía que había acabado, aún hubo una más. Fue, de nuevo, un 'déjà vu': 'Heroína'. Diablo vestido de ángel.