Luz verde al uso residencial de Ramblasque de un Pleno enrarecido por la memoria histórica

Sin demasiada resistencia iban debatiéndose los asuntos ordinarios que repasaron, entre otros, la ordenanza de subvenciones, el reglamento de los distritos de la ciudad o el ajuste contable del Presupuesto.

Luego llegaron los dos temas principales del Pleno que, con temática urbanística, escenificaron cierto (e infrecuente) acercamiento entre populares y socialistas. Con más de un reproche velado hacia una gestión dudosa por no haber exigido penalidades a Bosonit al no haber cumplido su proyecto en el Casco Antiguo y la consiguiente recompra municipal de la parcela, el PSOE daba su aprobación a la modificación puntual del Plan General que devuelve el uso residencial inicial al solar de Marqués de San Nicolás 20. La edil no adscrita, Eva Loza, y el regionalista Rubén Antoñanzas fueron los que más reticencias expresaron sobre este cambio urbanístico. «El asunto ha sido un estrepitoso fracaso del PP en el que no se nos han dado explicaciones de por qué la empresa no cumplió con el proyecto y por qué la resolución del contrato no acarreó penalidades», cuestionó Loza. Por su parte, Antoñanzas desveló que el Ayuntamiento ya ha abonado el precio de la parcela y pidió explicaciones al alcalde. «Con este asunto, ha hecho usted el ridículo», espetó.

Tras la admisión de cuatro reconocimientos extrajudiciales de crédito por varias facturas pendientes, se abordó el otro asunto urbanístico de enjundia: la aprobación provisional del cambio de uso de residencial unifamiliar a residencial genérico del sector de Ramblasque. El edil del Plan General, Javier Martínez Mancho, recordaba que el expediente contempla la construcción de dos mil viviendas (novecientas protegidas), con más de un 60% de zonas públicas entre equipamiento dotacional, viales y áreas verdes. Mancho también reseñó que se han desestimado las alegaciones presentadas por el exalcalde Julio Revuelta y por el PR+ para, a continuación, en la votación, recabar el apoyo de PP, PSOE y Vox, la abstención de Podemos-IU y Eva Loza y el voto en contra de PR+.

Haciendo uso de su turno de palabra, intervino el alcalde, Conrado Escobar, para felicitarse de los avances en materia de vivienda que está alumbrando la ciudad y lo que supondrá el desarrollo de Ramblasque, que calificó como «la mayor transformación de suelo residencial de los últimos treinta años de la ciudad de Logroño». «Será un espacio de urbanismo de vanguardia», recalcó Escobar, que subrayó que «no hay mejor destino social para el patrimonio municipal de suelo que la vivienda protegida».

La tensión, que apenas había aparecido en el salón de plenos, hizo acto de presencia con el debate de las mociones de los grupos de la oposición.La petición de Vox de que las cámaras graben continuamente decayó bajo los argumentos de que la medida impondría una innecesaria «vigilancia permanente» o un inadecuado «control social», en palabras de Loza y de Castro.

Fue la moción socialista sobre el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en la que reclamaba un nuevo convenio de colaboración con la Asociación La Barranca y la recuperación de la figura del alcalde logroñés asesinado en 1936, Basilio Gurrea, lo que dio al traste con el ambiente pacífico. El edil socialista Iván Reinares presentaba la propuesta, que inicialmente recibía el beneplácito del PP con una enmienda que admitía el estudio del convenio solicitado y un espacio para el recuerdo de Gurrea en el salón de retratos municipal. «Aunque no es perfecta y la vemos insuficiente, aceptamos que el consenso se alcanza poco a poco», asumió Reinares al señalar el reconocimiento a Gurrea como «un paso muy importante».

El debate se enconó cuando, tras la intervención de las ediles de Vox, que alegaron su voto en contra porque la propuesta no hacía honor a la memoria de todos los españoles, la concejala socialista Beatriz Nalda intervino exigiendo que «la democracia la hemos de defender todos». A continuación, Nalda señaló que no iba a «a entrar en la utilización de los muertos porque, por desgracia, muchos de ellos son mis muertos. «Esto no va de derechas o izquierdas; por eso unos estamos sentados aquí y otros están ahí. Esta es la memoria histórica de la buena», remató Nalda, que concluyó:«Con estas iniciativas, solo intentamos cerrar las heridas que siguen abiertas y rendir homenaje a quienes se dejaron la vida por la democracia».

Primero Celia Sanz y luego el propio alcalde escenificaron el malestar hacia el, dijeron, «discurso de la confrontación» de Nalda para anunciar su voto en contra de la moción del PSOE (y de su propia enmienda).«Estoy de acuerdo en que hay una deuda con un alcalde que fue fusilado» pero «no se trata de exhibir banderas, sino que desde la convivencia y la concordia se rinda tributo a una persona que fue asesinada en el ejercicio de su cargo; no es que lo vaya a cumplir un alcalde del PP, sino que lo va a hacer un logroñés», zanjó Escobar.

Un cierto acaloramiento despertó la aprobación de la no disponibilidad de 4,15 millones de euros de saldo, cantidad que servirá para ajustar el descuadre contable de los Presupuestos 2025 de casi ocho millones de euros y que concitó las críticas –ya escuchadas recurrentemente– de la oposición por considerar que dichas cantidades salen, bien de recortes, bien de una deficiente planificación presupuestaria inicial.

Dos son las cifras que componen ese ahorro alcanzado, según detalló el edil de Hacienda, Francisco Iglesias: un sobrante de 2,4 millones de euros acumulado en el análisis de catorce programas municipales y otro 1,75 millones de euros en créditos indisponibles. «O lo presupuestaron mal en el 2025 o son recortes», resumió la edil de Podemos-IU, Amaia Castro. «¿Qué se podría haber hecho con esos 2,4 millones sobrantes?», se cuestionó el portavoz del PSOE, Luis Alonso. «Son modelos distintos: el suyo es el de cuanto más mejor; el nuestro es que cada euro cuenta», defendió Iglesias , para apostillar que no se ha quedado ni una ayuda por tramitar ni un programa por financiar: «Gastar mucho no quiere decir que se gaste mejor».

Con los votos en contra de todos los grupos de la oposición y la abstención de la edil no adscrita, Eva Loza, las cuentas salían adelante finalmente con el solitario pero mayoritario apoyo de los concejales del PP.