Una sentencia obliga a convocar más plazas de bombero y rechaza la imposición del calendario
El Ayuntamiento de Logroño anuncia que recurrirá el fallo judicial que, entre otros aspectos, considera las guardias como tiempo de trabajo, anula los calendarios impuestos y reclama los fondos de Unespa para material dotacional
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 ha dado la razón a los Bomberos de Logroño en una sentencia datada el pasado sábado que ... asume varias pretensiones de índole laboral que el colectivo lleva años reclamando al Ayuntamiento de la capital.
La sentencia, ante la que cabe apelación y que será recurrida por el Consistorio, reconoce algunas irregularidades históricas que viene padeciendo el personal del Servicio de Extinción y Salvamento del Ayuntamiento de Logroño y condena al Consistorio a convocar todos los procesos selectivos correspondientes a las plazas incluidas en las Ofertas de Empleo Públicas aprobadas desde 2000 y pendientes de convocar, lo que rondaría unas quince plazas (11 de bombero conductor, 2 de cabo de salvamento y otras dos de sargento de salvamento), amén de la inmediata incorporación de los siete aspirantes de bombero conductor que afrontan la fase final del concurso correspondiente a los años 2019, 2020 y 2021.
El juzgado también declara la nulidad de la fijación del calendario y la jornada para el año 2024 a la par que garantiza el derecho de los bomberos a disfrutar de las vacaciones, permisos y licencias en igualdad con el resto del personal funcionarial municipal. Se trata este extremo de asuntos íntimamente relacionados con, de nuevo, esa proverbial falta de personal que denuncian los sindicatos de Bomberos. De hecho, el juez reconoce que el Ayuntamiento ha vulnerado el derecho de los funcionarios a disfrutar de vacaciones, permisos y licencias en condiciones de igualdad con el resto de funcionarios municipales y rechaza que impusiera restricciones arbitrarias en la elección de los días de vacaciones, vinculándolas al calendario laboral y utilizando fórmulas estereotipadas para denegar solicitudes. Además, denuncia el establecimiento de un procedimiento interno sin soporte legal que defendía la figura del 'desistimiento' en caso de que el funcionario no modificara su solicitud, de nuevo un aspecto contrario a la normativa vigente
También fija el juez en la sentencia que los fondos aportados de Unespa (Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras), que superan los 760.000 euros, no han sido afectados al servicio de extinción de incendios, lo que constituye un incumplimiento de la normativa, y deben destinarse a incrementar la dotación material de los Bomberos, un aspecto que el informe de la Intervención General del Ayuntamiento de Logroño confirma, tal y como recoge la sentencia, que no se ha producido.
De la misma manera, el juez estima la necesidad de elaborar el Plan de Parque y a aprobar un Reglamento Interno de Guardias Localizadas. Sobre este tema, el magistrado concluye que las guardias localizadas deben ser consideradas como tiempo de trabajo y que el Ayuntamiento de Logroño ha desvirtuado su uso porque en lugar de emplearlas como una herramienta excepcional para cubrir necesidades urgentes y temporales del servicio, el Consistorio las ha convertido en algo habitual para suplir el déficit estructural de personal en el Parque de Bomberos.
Al hilo de los turnos, el juez destaca que son «enormemente penosos» para los funcionarios y que las activaciones durante las guardias dificultan el descanso nocturno y la conciliación.
Entre otras llamadas de atención, en la parte final, el juez apunta que la actuación del Ayuntamiento ha lesionado el derecho de libertad sindical, al no respetar los principios de buena fe y confianza legítima en la negociación colectiva y afea que la Corporación local utilizara la negociación colectiva como un trámite formal sin intención de alcanzar acuerdos.
Sobre la sentencia se han pronunciado tanto UGT como CC OO que celebran el fallo. La resolución, para UGT, marca un antes y un después en el funcionamiento del servicio, mientras que CC OO la califica de histórica porque cree que supone «un importante precedente en la defensa de los derechos de los empleados públicos y aborda muchas infracciones cometidas por la Corporación local desde 2020».
«Cuando estoy de guardia, pongo de guardia también a mis padres»
Contentos pero no alborozados. Es como manifiestan sentirse los Bomberos de Logroño en palabras de uno de los delegados sindicales en el Ayuntamiento y miembro del Cuerpo, Mario Durá que reclama que «el Ayuntamiento debe cumplir lo que marca la ley». Cuenta Durá que se han visto abocados a recurrir a la Justicia porque sus peticiones nunca eran escuchadas en sede municipal. «Nuestras peticiones no se refieren a las condiciones laborables de los Bomberos, sino al servicio al ciudadano, que se resiente ante la acuciante falta de personal», explica Durá que relata que la plantilla es igual «que hace treinta años cuando la ciudad ha crecido y los riesgos también». Entre otras exigencias, los Bomberos estiman que entre 66 efectivos están cubriendo las necesidades de una plantilla que debería alcanzar los noventa empleados, por lo que el número de horas extraordinarias que afrontan es elevadísimo: «Suponen unos 30.000 euros mensuales para todo el Cuerpo». El calendario y las peticiones (siempre denegadas) de vacaciones suponen otro quebradero de cabeza para los bomberos porque les viene impuesto y sin posibilidad de negociación. Tres cuartos de lo mismo sucede con las guardias localizadas, que implican que el trabajador deba incorporarse, en caso de aviso, en un tiempo máximo de quince minutos: «Cuando estoy de guardia, pongo de guardia a mis padres también por si se tienen que hacer cargo de los niños», lamenta Durá.
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