Eman Akram (centro) durante la concentración de este jueves. Justo Rodríguez

Musulmanes y alumnos del Sagasta vuelven a mostrar su solidaridad con Eman Akram

La estudiante lidera la protesta contra la nueva norma que prohíbe el velo en el centro y recibe el cariño de sus compañeros

Juan Marín del Río

Logroño

Jueves, 18 de septiembre 2025

Segundo día en el que varios alumnos del IES Sagasta de Logroño se concentran para pedir al centro educativo que permita el uso del 'hiyab' o velo islámico en las aulas. Eman Akram, una joven de origen pakistaní y estudiante del primer curso del Bachillerato Internacional, protagoniza estos días una «situación bastante difícil», tras haberse opuesto a la norma, incorporada este curso, de no vestir el pañuelo en el centro. Durante el segundo recreo de este miécoles, pasadas las 12.30 horas, decenas de alumnos arroparon a Akram, con un emotivo aplauso y entregando a los asistentes panfletos con algunas citas de quien diera nombre al instituto; con la presencia de varias figuras políticas.

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Este jueves, menos alumnos, menos representantes públicos y varias decenas de musulmanes han acompañado a Eman Akram quien, a diferencia del día anterior, ha llevado la iniciativa de la protesta. Lo ha hecho con el velo puesto y fuera del recinto del centro, aunque ha admitido que «por la mañana no lo llevaba porque si no, no podría haber entrado al instituto». Frases como «Diversidad sí, discriminación no», «No al veto, sí al respeto» o «Con velo o sin velo, la escuela es de todos» se han podido oír entre los asistentes que han mostrado su solidaridad en todo momento.

Una de las personas que han apoyado a Akram es Daniela Romero, una compañera cuya función ha sido la de leer un manifiesto en contra de esta nueva regla del IES Sagasta. «Es una medida que atenta contra los derechos fundamentales de educación y libertad religiosa y solicitamos a la dirección del instituto que reconsidere esta decisión para permitir la entrada al centro haciendo uso de accesorios que cubran la cabeza por motivos médicos, religiosos o culturales, excepción que ya ha sido contemplada por la normativa de otras instituciones», ha rezado el texto.

La alumna tuvo que quitarse el velo por la mañana para poder entrar al instituto, aunque lo llevó durante la protesta

Consideran, se trata de una acción «desproporcionada y desfavorable a los derechos del estudiantado», además de crear «un problema de convivencia, donde nunca lo hubo, que trunca la diversidad cultural del alumnado». Akram se ha mostrado «muy agradecida» con los asistentes que representan «un gran apoyo». «Aprecio a cualquier persona que apoye la causa; cualquier español, pakistaní o marroquí», ha añadido la estudiante antes de anunciar que volverán a concentrarse en el mismo lugar durante el recreo de este viernes.

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