El convento de Madre de Dios, «ruinoso e insalubre» tras dos décadas de abandono

«Desde hace años la Dirección General de Arquitectura, Regeneración Urbana y Vivienda emite periódicamente informes respecto al muy deficiente estado de conservación del mencionado convento de Madre de Dios, el último de ellos suscrito el 21 de octubre de 2022, donde detalla las actuaciones de emergencia que se han venido sucediendo en el edificio por la ausencia total de mantenimiento que dicho inmueble padece desde hace muchos años, fundamentalmente debido a la ausencia de financiación para las obras que requiere», puede leerse.

Un diagnóstico puesto negro sobre blanco por parte de la propia Administración local a camino entre el pasado y el presente mandato, si bien ya se intuía cuando tomó posesión del bien en 2008. Diario LA RIOJA, ya entonces, se hacía eco del «lamentable estado de conservación» de las dependencias conventuales donde vivieron once monjas hasta aquel 25 de marzo (tras el acuerdo con el Ayuntamiento en 2002 para permutar los terrenos a cambio del permiso para levantar un nuevo edificio en el Seminario, adonde no se marcharon hasta que estuvo construido).

«¿Cómo han podido permanecer tanto tiempo once mujeres, la mayoría de avanzada edad, en estas condiciones?», era la pregunta que todos se hacían en referencia a las reverendas madres concepcionistas franciscanas (sin calefacción y con el agua caliente no siempre funcionando) pues, aquellos días, quedó en evidencia que de la ruina sólo se salvaban, «y medianamente», la fachada del convento y la iglesia anexa. El resto, literalmente, «se caía a trozos» (con goteras y grietas multiplicándose). Y lo cierto es que más de 16 años después la cosa todavía ha ido a peor…

El convento en cuestión fue adquirido por parte del Consistorio capitalino el 8 de noviembre de 2005 mediante convenio urbanístico con el grupo de promoción inmobiliaria Vallehermoso División Promoción, propietario del mismo en aquel momento, como «sistema local de cesión obligatoria». El actual expediente así lo recoge, recordando que ello permitió el desarrollo del sector Salvatorianos-Paseo del Prior quedando el inmueble enclavado en la unidad de ejecución 'Madres Concepcionistas' del PGM pendiente de la aprobación de un estudio de detalle que la ordenase… lo que no llegó hasta el pasado 2021.

«El edificio, desde su adquisición, está completamente abandonado y sin ningún tipo de mantenimiento, puesto que su situación urbanística bloqueaba cualquier actuación de renovación, por lo que se han realizado únicamente labores de eliminación de riesgos por su situación de ruina física y económica, así como el cerrado de huecos para evitar la entrada de animales o personas», se expresa en el más reciente informe en ese sentido.

La memoria del futuro derribo, al respecto, refleja precisamente que «la ausencia de dicho estudio de detalle y la posterior situación de 'fuera de ordenación' (tal y como quedó finalmente el frente sur del inmueble, a lo largo de la calle Madre de Dios, cerrando la puerta tanto a la reorganización de dicho entorno como del propio edificio) impidió la remodelación del convento y sus espacios, por lo que la falta de inversión y de mantenimiento a lo largo de los últimos 20 años condujo a un constante deterioro del mismo». A lo que se ha unido el saqueo y los destrozos propios del vandalismo de cualquier edificio desocupado y cerrado.

El citado último informe por parte de la Dirección General de Arquitectura, Regeneración Urbana y Vivienda del Ayuntamiento de Logroño, de hecho, relata «las ocupaciones, usos no autorizados, accesos ilegales y conatos de incendios», informando de que «el estado es ruinoso e insalubre por la acumulación de mobiliario, escombros, basuras y vegetación, existiendo dentro hasta una colonia de gatos».

«A día de hoy, el inmueble conventual no cuenta con ocupantes ni inquilinos, por lo que no requiere de realizar realojos, únicamente la iglesia está siendo utilizada por la Asociación de Vecinos de Madre de Dios para actividades culturales y sociales en calidad de cesionario. Para acometer las actuaciones de derribo previstas en este proyecto se instará a la desocupación de la totalidad del inmueble (incluida la iglesia) y la paralización de su actividad para poder realizar tales labores en condiciones de seguridad», concluye el mismo de cara a las obras de demolición recién salidas a concurso por 444.690,96 euros y un plazo de ejecución de tres meses.