«Ahora vivo mejor y más feliz»
Miriam Ocáriz | Diseñadora ·
La diseñadora vive ahora ese mundo desde la barrera. Sin el riesgo y la tensión que supone sacar una colección tras otra sin treguaESTÍBALIZ ESPINOSA
Jueves, 19 de diciembre 2019
Durante años ha estado en el ojo del huracán de la moda, con desfiles en las pasarelas Gaudí o Cibeles, premios como el L'Oréal a la mejor colección o presente en importantes boutiques de todo el mundo. Ahora, sin embargo, vive ese mundo desde la barrera. Sin el riesgo y la tensión que supone sacar una colección tras otra sin tregua; sin la responsabilidad de velar por tanta gente ligada a sus creaciones.
Miriam Ocáriz (Bilbao, 1968) cambió de tercio hace cuatro años, cuando abrió nuevo taller en el casco antiguo de la capital vizcaína. Atrás dejaba la faceta más comercial de la moda para focalizarse en su esencia: el dibujo. Y precisamente el dibujo es lo que ha traído a la diseñadora vasca a Logroño, donde imparte (ayer y hoy) un taller de estampación textil y de creación de rapport (patrones de repetición) a alumnos de 4º curso de Moda.
Nos atiende en una pausa de su taller, ante un café. Viste de negro, algo habitual en ella y en contraste con la variada paleta de sus estampados. «También soy mucho de uniforme. En mi trabajo cotidiano puedo vestir cuatro días con lo mismo, para mí no es algo importante».
«Soy mucho de negro y de uniforme, puedo vestir cuatro días con lo mismo»
Se le ve feliz. «Ahora vivo mucho mejor. He recuperado un poco de libertad, tanto personal como creativa, y para mí eso es lo más importante. El mundo de la moda es una histeria permanente, va muy rápido y a veces necesitas distanciarte del trabajo para juzgarlo, para avanzar. La propia dinámica era la que me estaba matando».
Optó por parar y replantear su trayectoria. «En un momento dado decidí focalizar mi trabajo en el dibujo y aplicarlo a distintos soportes. Hago mucho complemento, murales de pared, textil hogar... y también ropa, pero a otro ritmo y de otra manera». Y explica que «las firmas pequeñas se están planteando las cosas de forma diferente porque es imposible competir, y así van surgiendo otro tipo de formatos que son necesarios».
En su nueva etapa Ocáriz cerró las pasarelas, pero se le abrieron las galerías y las salas de arte. Y eso que en modo alguno equipara moda y arte, aunque en manos de ciertos creadores acaben combinando. «Hay diseñadores como Martin Margiela, Comme des Garçons, Lacroix... que tienen una dosis artística increíble, lo que pasa es que la ropa cumple una función, es un arte aplicada». ¿Y en el caso de las creaciones de Miriam Ocáriz? «A veces hay bastante creatividad y otras, pues menos».