Pisos turísticos: del rechazo a la aprobación expresa

A partir de esa fecha, quien desee destinar una vivienda a recibir visitantes ocasionales deberá contar con el voto a favor de las tres quintas partes del total de propietarios del inmueble. Esta decisión va más allá de las sentencias del Supremo del pasado año en la que daban potestad a las comunidades de vecinos a prohibir los alquileres turísticos con ese mismo porcentaje. Ahora se pasa de prohibir a apoyar expresamente.

A priori parece un pequeño cambio, pero Ignacio Román, secretario del Colegio de Administradores de Fincas de La Rioja, asegura que se trata de una variación de calado con algunas derivadas más allá de las obvias. «Por ejemplo, una comunidad podía hacer una reunión y prohibir los pisos turísticos, pero ese acuerdo había que elevarlo a escritura pública, que supone un coste de entre 2.000 y 3.000 euros. Si no se hacía, se podía vender el piso y, al no aparecer reflejado ese menoscabo de forma pública, el nuevo propietario podía convertirlo en vivienda turística», añade.

Desde los administradores de fincas ven el cambio legislativo como «una mejora ostensible», aunque para ellos llega tarde y no soluciona los casos de pisos con licencias antiguas. «Esos son ya intocables y seguirán con sus licencias», abunda Román, que considera que más allá de cuestiones legales, habría que luchar contra los problemas que generan.

«Cuando los usuarios de una vivienda de uso turístico den guerra a la comunidad, se debería denunciar y, por ejemplo, que a la tercera intervención de la Policía Local se multe al propietario. El problema no es el alquiler, sino que se meta a los chavales de una despedida de soltero o a veinte en la misma casa», dice.

Para Susana Díaz, responsable de la Asociación Riojana de Viviendas y Apartamentos de Uso Turísticos (Arvutur), sin embargo, el camino elegido no es el correcto. «Estamos de acuerdo en que se legisle, pero no vemos razonable que sean los vecinos los que puedan decidir sobre la propiedad de una persona, que puede querer destinar ese piso a inversión: él, sus hijos o sus nietos», analiza.

Restricciones

Estas dificultades para el sector, que desde hace años cuenta con distintas restricciones, por ejemplo, en dónde se pueden ubicar los pisos turísticos (bajos o primeros pisos en exclusiva) ha provocado que entren nuevos actores en el sector. «Están llegando grandes inversores y que crean bloques turísticos enteros», añade Díaz. Bloques que no tienen que dar cuentas a nadie, ya que son propiedad del mismo inversor. «Se está penalizando al pequeño emprendedor y se beneficia a fondos que ni siquiera tramitan en La Rioja», añade Díaz.

Para la presidenta de Arvutur, el sector «está muy mal visto» pese a que «la gran mayoría de usuarios de pisos turísticos son familias que vienen a La Rioja a disfrutar. Las denuncias por ruidos o molestias, en comparación con otro tipo de viviendas en propiedad o de alquiler, son pequeñísimas», concluye.

Además de para su puesta en marcha, la modificación confirma que los pisos turísticos pueden pagar más de cuota de comunidad. En este caso, también tres quintas partes de la propiedad puede decretar cuotas especiales o el aumento de la participación en los gastos (electricidad, agua, limpieza...), sin que este incremento pueda superar el 20%.