Tamara | Madre de un niño víctima de acoso escolar
«Nos vemos desamparados. Nos volvemos a sentir una mierda»El joven, alumno de un centro de Arnedo, a sus 12 años ha sufrido insultos, amenazas y agresiones por las que fue atendido en un centro sanitario
El pasado 9 de abril Tamara denunció ante la Guardia Civil un presunto delito de acoso sufrido por su hijo en un centro educativo, por ... el que ha sufrido lesiones leves. Este curso el niño, de 12 años, pasó del colegio de Herce a la ESO en Arnedo y en septiembre empezaron los problemas. «Pensábamos que iba a estar más recogido. Hay muchos niños que van a clase juntos desde los 3 años pero lo que no imaginaba es que mi hijo fuera a sufrir humillaciones, insultos y agresiones como para tener que llevarle al médico», confiesa la madre. Han sido tres episodios por los que el centro, explica Tamara, ha puesto ciertas medidas.
Tras el último episodio, sucedido el 8 abril (el primero ocurrió el 9 de septiembre y el segundo el 27 de marzo), la madre denunció todo. El niño lleva una semana sin acudir a clase por temor, motivo por el que la madre ha solicitado teletrabajar, para permanecer ese tiempo en casa con su hijo. «En la última agresión lo tiraron al suelo, le bajaron los pantalones, le quitaron las zapatillas, se las rompieron y se las tiraron a la cabeza. Y eran su regalo de Reyes», cuenta la madre, quien sufrió ansiedad al conocer lo sucedido y su hijo, como víctima, un ataque de pánico. Entonces ella informó de lo ocurrido a otros padres, los profesores la llamaron y le mostraron su apoyo, así como otras familias que han sufrido otros casos similares.
También expuso el caso a Inspección Educativa pero Tamara lamenta que desde la Consejería «no se han puesto en contacto conmigo ni nada». El injustificado motivo aparente del acoso es que a su hijo le gusta un cantante, él mismo escribe canciones que publica en redes sociales y sus compañeros se burlan de él por eso. «Mi sensaciones son malísimas porque no hay protección del menor, el protocolo es insuficiente y no hablo de expulsión, pero es que el tema parece tabú en el centro», asegura Tamara. Mientras se intenta resolver el problema, por el que el centro se ha comprometido a tomar más medidas, los agresores han continuado en clase y la víctima se ha ausentado por miedo.
En su denuncia, Tamara nombra a diez escolares como los presuntos acosadores, describiendo hechos como que uno le sujetara del cuello «estrangulándole contra la pared», que otros le insultaran y ridiculizasen llamándole «desnutrido, payaso, gilipollas», otros le amenazaron con pegarle tanto en persona como por WhatsApp si no les hacía un trabajo para clase e, incluso, que le han propinado patadas, puñetazos y arañazos. De la mayoría de estos hechos la madre también cita como testigos a dos profesoras del centro e informa de que se ha expulsado unos días a uno de los presuntos acosadores. La denuncia añade los partes médicos de lesiones.
«Ha habido muchos más casos»
«Nos vemos desamparados. Mi familia en Valencia acaba de sufrir la dana y ahora nos volvemos a sentir una mierda», confiesa Tamara, valenciana residente en Herce. Y no parece que el de su hijo sea un caso aislado. «En el centro ha habido muchos más, mi hijo me cuenta que a menudo los niños reprochan a los de origen extranjero que sus padres vienen a quitar el trabajo a los españoles, cuando la mayoría trabajan en las fábricas que dirigen los suyos y están sustentándolas», advierte Tamara.
A pesar de todo la madre tiene la esperanza de que todo se solucione y de que su hijo se recupere emocionalmente, aunque ya ha perdido un curso, pero se plantea qué va a pasar con los agresores. «Creo que los padres no son conscientes de que mi hijo ha tenido que acudir a un centro sanitario por las agresiones y yo, a un cuartel a denunciar lo sucedido», declara Tamara.
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