Los termómetros repuntan desde mañana hasta alcanzar los 40 grados el martes

Al tratarse de más de tres días consecutivos con altas temperaturas, aumenta el riesgo de sufrir golpe de calor especialmente en los colectivos más vulnerables. Y como es mejor prevenir que curar, María Pilar Díez, jefa del Servicio de Promoción de Salud del Gobierno regional, explica los tres pilares fundamentales para disfrutar del verano con salud. La primera recomendación es hidratarse, no solo con frecuencia, sino de forma correcta. La mejor bebida, explica Díez, es el agua, aunque los zumos naturales, los batidos y las sopas frías como el gazpacho entran también en la lista de recomendables.

El truco para hacerlo bien es beber aunque no se tenga sed y no abusar del agua muy fría. «A pesar de que nos parezca lo contrario, no por estar fría es la mejor forma de quitarnos el calor», precisa. Además, por mucho que las altas temperaturas nos inviten a tomarnos una cerveza fresca con amigos, las bebidas alcohólicas, así como las que contengan cafeína o teína, están desaconsejadas por el simple hecho de que el alcohol nos deshidrata.

La segunda medida tiene que ver con la alimentación: hay que intentar comer ligero, con frecuencia y evitar las grasas y las grandes cantidades. «Es vital no solo controlar qué comemos, sino también cómo lo conservamos», detalla. Si los platos llevan salsas, mayonesas, huevos o cualquier producto que se estropee con facilidad, hay que mantenerlos en la nevera y no tardar mucho en consumirlos.

El último pilar es protegerse del sol. Los mejores sitios son los que están bien ventilados y frescos. En la medida de lo posible, Díez recomienda usar el aire acondicionado o los ventiladores y si no, abrir las ventanas por la noche. Finalmente, la mejor opción para salir a la calle es hacerlo evitando las horas centrales. Las gafas de sol y la ropa de algodón, ancha y de colores claros, pueden convertirse en nuestro mejor aliado frente al astro rey.

Igual de importante es saber evitar un problema que conocer cuál es su solución, explica Díez. Saber actuar frente a un agotamiento por calor es útil para evitar un posible golpe de calor. Entra dentro de lo normal sentirse mareado, con dolor de cabeza y agotado ante unas temperaturas muy altas.

Por ello, lo primero que hay que hacer es buscar un sitio a la sombra, beber agua en pequeños sorbos, aflojar la ropa y humedecerse la piel, bien con unos paños húmedos o bien con una ducha no muy fría. Si los síntomas continúan, lo siguiente es llamar al 112 o al 061 y pedir un médico.