«Nos piden que callemos», denuncian dos de las «más de veinte» víctimas de Rupnik
Ambas exreligiosas relataron en el Vaticano los abusos del exjesuita, que en La Rioja tiene varias obras en la catedral de Santo Domingo
El 'Caso Marko Rupnik' sigue abierto. Al exjesuita esloveno, expulsado de la Compañía tras saltar a la luz pública numerosas acusaciones de abusos sexuales, psicológicos y de poder que presuntamente cometió contra mujeres adultas de la comunidad religiosa que cofundara, se le acumulan los testimonios en su contra.
Cuatro meses después de que el Papa Francisco ordenara reabrir el proceso, tras escuchar el desamparo que le transmitieron las supuestas víctimas del ex jesuita, dos de ellas, Mirjam Kovak y Gloria Braciani, exreligiosas y exmiembros de la Comunidad Loyola, han relatado el infierno por el que pasaron y contado, según recoge Europa Press, que Rupnik pudo abusar «de al menos veinte religiosas».
En una comparecencia pública este miércoles en Roma, Braciani transmitió que «nuestro deseo es que se reconozca la verdad, el mal que hemos sufrido, que también se nos dé visibilidad porque somos muchas, pero nos piden que guardemos silencio, que desaparezcamos de alguna manera, nos desacreditan y esto no es aceptable».
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Ella tenía 21 años cuando conoció a Rupnik, en 1985. La exreligiosa confesó sentirse «desorientada y confusa» por la actitud de quien debía ser su padre espiritual y confesor, pero que terminó «deformando su mundo espiritual y su relación con el Señor».
Braciani recordó cómo terminó posando como modelo para el artista. «En aquella ocasión me besó ligeramente en la boca, diciéndome que así besaba el altar donde celebraba la Eucaristía». En 1994 huyó de la Comunidad religiosa. Rupnik había convertido su vocación y su mundo interior en un caos y estuvo a punto de suicidarse.
Kovac, por su parte, relató que eran chicas jóvenes y llenas de ideales y, todo ello, «junto con nuestra formación en la obediencia, fueron explotados para cometer abusos de diversa índole: de conciencia, de poder, espirituales, psíquicos, físicos y a menudo sexuales». «Nos encontramos frente a un muro y ahora queremos que el muro se derrumbe», añadió la exreligiosa.
«Éramos jóvenes y llenas de ideales, y eso, junto a nuestra formación en la obediencia, fue explotado para cometer abusos»
Ambas acudieron a testificar ante la Congregración de la Doctrina de la Fe, organismo del Vaticano que se ocupa, entre otros asuntos, de los abusos sexuales, dentro de la investigación que la Santa Sede mantiene abierta para recabar toda la información sobre el caso y tomar una decisión.
Rupnik cuelga su obra en numerosos templos del mundo, entre los que se encuentran los más importantes. Entre otros, el Vaticano, Fátima y Lourdes. El obispo de este último, Jean-Marc Micas, ha anunciado que en primavera tomará una decisión sobre la obra del exjesuita, como están haciendo otros templos, por ofensiva. «Esto ocupa mi mente, mi oración y mi corazón todos los días, especialmente cuando me encuentro con víctimas de abuso», declaró el obispo a Aciprensa. En La Rioja, el único templo con obra de Rupnik, y numerosa además –cripta, rosetón, vidrieras, arca y puerta del Perdón– es la catedral de Santo Domingo de la Calzada, pero ni el obispado ni la parroquia han hecho una reflexión o manifestación pública acerca de este asunto.