La subida de precios y el acceso al crédito reducen la compra de viviendas a tocateja en La Rioja
Solo cuatro de cada diez compradores sufragan actualmente al contado los inmuebles en una tendencia que se acelera desde el año 2022
Cada vez hay menos riojanos que puedan o quieran adquirir una vivienda pagándola al contado. Hasta 2022, la mitad de los inmuebles urbanos que se ... vendían en la comunidad no necesitaba de hipoteca. El comprador ponía sus ahorros, liquidaba bienes o recibía el apoyo de la familia para hacerse con una propiedad sin tener que casarse con los bancos.
Pero ese sueño para muchos de no verse vinculado a un recibo mensual en demasiadas ocasiones fluctuante se está desvaneciendo. Los pisos en La Rioja (y en España) cada vez cuestan más y el acceso al crédito se ha abierto con, además, una bajada de tipos de interés que hace más llevaderas las obligaciones hipotecarias. Si a esos factores se suma la brutal escalada de los alquileres, en muchos hogares a la pregunta de si es más rentable arrendar o pagar mensualmente al banco, la respuesta se empieza a inclinar por la segunda respuesta, aunque suponga hacer cálculos a futuro para 20, 25 o 30 años.
Este nuevo panorama está desplomando el número de los que pueden pagar a tocateja, pese a los incentivos que desde el Gobierno de La Rioja se han ofrecido con la disminución de los impuestos de donaciones y de transmisiones patrimoniales. Desde 2022 se está reduciendo a una velocidad cada vez mayor el porcentaje de los que pueden hacerse al contado con una vivienda. Si en 2021 eran un poco más de la mitad de los compradores, en 2023 el porcentaje caía al 44,6%, el pasado año fue del 42,9%. En los seis primeros meses de este año (últimos datos del Consejo General del notariado) se ha reducido al 41,5%. Y la tendencia tiene visos de prolongarse en el tiempo.
El cambio no sorprende en el sector inmobiliario, que vive momentos de incertidumbre. «Se mezclan varios ingredientes para esta situación, que especialmente se está produciendo en Logroño, Lardero y Villamediana. Hay carencia de inmuebles por falta de construcción y un gran aumento de la demanda, lo que provoca escasez», analiza José Antonio Solozábal, responsable de la inmobiliaria Solozábal. «Y mientras todo esto ocurre, desde 2022 los intereses no han parado de bajar y ya están al 2%, al mismo tiempo que los alquileres han subido una barbaridad, por lo que los arrendatarios hacen cálculos», añade.
«Hay carencia de inmuebles por falta de construcción y un gran aumento de la demanda, lo que provoca escasez»
José Antonio Solozábal
inmobiliaria Solozábal
«Cuando los precios estaban bajos, compraban los inversores y pagaban con sus fondos. Ahora la tendencia es que vuelve a adquirir vivienda el que la necesita para vivir y para eso sirven las hipotecas», añade Pilar Rodríguez, de inmobiliaria Urbanova.
Los bancos y cajas están prestando dinero a poco más del 2% a tipo fijo durante los primeros años y, posteriormente, con vinculación al euríbor, lo que resulta muy atractivo para clientes, que apuestan por la vivienda usada. Que sea la más solicitada tiene su una razón: los constructores están realizando promociones casi a cuentagotas, debido al incremento de los costes. Cabe recordar que, desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo se visaron 378 viviendas en la comunidad, de las que 256 correspondían a bloques, 51 a unifamiliares y 69 a reformas o restauraciones, una cifra muy similar a la media registrada durante la última década.
«Ahora la tendencia es que vuelve a adquirir vivienda el que la necesita para vivir y para eso sirven las hipotecas»
Pilar Rodríguez
Inmobiliaria Urbanova
En esa falta de vivienda nueva hace hincapié Pilar Rodríguez: «Si no aumenta el ritmo de construcción, los precios continuarán subiendo, es oferta y demanda. Esperemos que con la construcción en nuevas zonas de promociones los incrementos sean más moderados».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión