Uno de los condenados, junto a agentes de la Guardia Civil, en el lugar del crimen. Guardia Civil

Condenados a 24, 23 y 21 años de cárcel cada uno de los tres coautores del crimen de Viniegra

La Audiencia Provincial fija una indemnización de 200.000 euros para el hijo de la víctima, el argelino Djafer Bechkat, y de 120.000 para cada uno de los progenitores

Diego Marín A.

Logroño

Jueves, 24 de julio 2025, 13:28

La Audiencia Provincial ha condenado a los tres implicados en el crimen de Viniegra a 24, 23 y 21 años de prisión por considerarlos coautores de un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas. Jordi A.G., de 48 años, residente en Alberite y con antecedentes por tráfico de drogas, robo con fuerza y conducir sin permiso; Israel Z., de 42 años, vecino de Logroño y con antecedentes relacionados con los estupefacientes y la violencia doméstica; y Josune S.A., de 47 años y que vivía con el primero, son los tres condenados.

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Los dos hombres, que están en prisión provisional desde su detención, han sido condenados a 24 y 23 años de cárcel, y la mujer, libre con cargos hasta el momento, a 21. Además, los tres deberán abonar una indemnización conjunta por daños morales de 200.000 euros al hijo menor de la víctima y de 120.000 euros a cada uno de los progenitores en concepto de responsabilidad civil. El juez también ha impuesto a los tres 10 años de libertad vigilada, una vez cumplida la condena, y a Jordi A.G., otra pena de 6 meses de prisión por un delito continuado contra la seguridad vial por conducir sin puntos. La sentencia no es firme, cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, pero ya ha sido enviada al Consejo General del Poder Judicial para que pueda ser consultada.

El 9 de agosto de 2022 el argelino de 45 años residente en Logroño Djafer Bechkat fue golpeado y asesinado por el disparo de un arma de fuego en Viniegra de Arriba, y dos días después arrojado su cadáver a la torca Hoyo Mingo. El pasado 21 de mayo el jurado popular del juicio, por mayoría de siete votos, declaró a los tres acusados culpables de asesinato. En el juicio los dos hombres se incriminaron mutuamente de la ejecución de la víctima. El origen del crimen, según el fallo judicial, es la deuda de unos 13.500 euros que Jordi A.G. contrajo con Djafer Bechkat por un asunto de drogas, por lo que se puso en contacto con los otros dos condenados para «quitarse el problema de encima» y juntos urdieron un plan para cometer el asesinato. El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja ha informado de que la sentencia fundamenta que «son coautores quienes realizan conjuntamente el hecho delictivo» y añade que «a través de su aportación, todos dominan conjuntamente la totalidad del hecho, aunque no todos ejecuten la acción contemplada».

Con el pretexto de que iba a saldar la citada deuda, Jordi A.G., junto a su pareja, Josune S.A., se dirigieron a Logroño, donde habían quedado con la víctima, la recogieron y con su coche se dirigieron por la N-111 hasta el cruce de las carreteras LR-333 y SO-830, en Montenegro (Soria), donde les esperaba Israel Z., quien a su vez mantenía una deuda de 2.000 euros con Jordi A.G., a quien había conocido en la cárcel, por consumo de heroína.

Según recoge la sentencia, Djafer Bechkat fue atacado «por sorpresa y con ventaja, con fuertes y reiterados golpes en la cabeza con una piedra u objeto contundente, llegando a producir más de 20 heridas, sabiendo que con ello se le sometía a un dolor innecesario, hasta que finalmente recibió un disparo en la nuca con un arma de fuego que le causó la muerte, actuando ambos de común acuerdo» y mientras la acusada permanecía en el vehículo.

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Dos de los condenados, de espaldas, durante el juicio. Sadé Visual

Alevosía

Dos días después, tras haber escondido el cuerpo en la finca de un familiar de Israel Z. en Viniegra de Arriba, donde este ejercía de alguacil, lo arrojaron a una sima. Un guarda forestal vio con sus prismáticos cómo los tres acusados tiraban algo parecido a un cuerpo humano y se acercó con su vehículo hasta el lugar. Tras confirmar que se trataba de un cuerpo humano y apreciar manchas de sangre, les interceptó con su todoterreno y sin bajarse del coche llamó al 112. La Guardia Civil y los Bomberos recuperaron el cuerpo sin vida de Djafer Bechkat semidesnudo, con señales de violencia, bolsas de plástico en la cabeza y un tiro en la nuca, y los implicados fueron detenidos ese mismo día.

Según se afirma en la sentencia, la alevosía fue probada por la situación de confianza previa de la víctima debida a «las relaciones existentes anteriores, de generar un señuelo adecuado (el pago de la deuda) para alejar a Djafer de Logroño y llevarlo a un lugar apartado, con la presencia de la pareja de su conocido como un elemento más de confianza». Igualmente se considera probado el ensañamiento porque, según se afirma en la resolución «se produjeron las lesiones antes de la muerte, por lo que, dada la naturaleza de las mismas y el sufrimiento causado, fue de manera innecesaria en tanto que se concluyó rematando de un disparo, muerte que era lo que se buscaba desde un inicio».

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