Logroño

Seis concejales de área y cinco de distrito, organigrama del nuevo gobierno de Conrado Escobar

En este sentido, una de las áreas más potentes será una superconcejalía de Cultura, Turismo, Festejos y Comercio, junto con otra muy relevante que probablemente incluya en un mismo departamento Movilidad –con la redefinición del programa de Calles Abiertas emprendido por su antecesor, el socialista Hermoso de Mendoza, como gran reto– y de Urbanismo, con la intención de poner en marcha cuanto antes la revisión del Plan General Municipal (PGM), como también ha defendido en reiteradas ocasiones el actual alcalde desde la oposición.

Habrá asimismo un área de Interior, con el espinoso asunto de la Policía Local sobre la mesa; otra de estrategia circular (medio ambiente); una de ámbito social, donde se incorporaría todo lo relacionado con los servicios sociales y, por supuesto, una económica, destinada a priori a su número dos en la lista, Leonor González Menorca.

Las que sí están ya perfectamente delimitadas son las concejalías de distrito, que serían para la zona sur, norte (incluido el Casco Antiguo), centro (con especial atención ante las numerosas obras de movilidad pendientes), este y oeste.

Algunas de estas concejalías recaerán en ediles de área, pero no necesariamente, ya que Escobar cuenta con mayoría absoluta y una amplia representación con catorce ediles. En este sentido, al menos para las áreas de gobierno con más competencias, está prevista la incorporación también de concejales delegados.

La intención de Conrado Escobar pasa también por reforzar la participación ciudadana, con la creación del sábado del vecino, una mañana, en principio la del primer sábado de cada mes, en la que atenderá directamente las sugerencias que los ciudadanos le puedan hacer, en línea con la iniciativa que ya puso en marcha en la campaña electoral para tomar un café directamente con los electores y conocer de primera mano sus inquietudes. Ya existe un antecedente similar, en este caso del también anterior alcalde popular José Luis Bermejo, que escuchaba a los logroñeses en los martes del vecino.