Cada cuatro días un profesional de Enfermería es agredido en La Rioja
La comunidad se anotó en 2024 el quinto repunte más alto, un aumento que desde la entidad colegial atribuyen, en parte, a una mayor concienciación de la necesidad de denunciar
La violencia ejercida sobre el personal sanitario muestra una realidad preocupante en La Rioja. De acuerdo con los datos del Consejo General de Enfermería, difundidos ... recientemente, esta comunidad cerró 2024 con un notable incremento de las agresiones que sufren estos profesionales. En concreto, el pasado año fue el quinto territorio con un mayor repunte de casos. De todos, destaca Castilla y León (con 128 más), le siguen Aragón, Extremadura, Navarra y La Rioja, donde se contabilizaron 28 episodios violentos más al pasar de los 53 de 2023 a los 81 a 31 de diciembre pasado. Una cifra nada desdeñable que en el mismo informe atribuyen a que cada vez se denuncia más y a un mejor registro en los servicios de salud.
Precisamente en marzo pasado, con motivo del Día europeo contra las agresiones a profesionales sanitarios, la entidad colegial en La Rioja alertaba de este tipo de violencia que ya forma parte de la agenda del Ejecutivo regional. En el último pleno, el Parlamento aprobó la ley Ómnibus, una amalgama de modificaciones normativas entre las que se encuentra una que otorga poder al Servicio Riojano de Salud (Seris) para que pueda imponer multas de hasta 30.000 euros en caso de que tengan lugar este tipo de situaciones.
Ante estos datos cabe preguntarse a qué obedece el incremento. La respuesta la ofrece la secretaria de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja, Carmen García Romero, quien se remite al último informe de agresiones a profesionales del sistema de salud 2024 del Ministerio de Sanidad. De acuerdo con su explicación, detrás de las agresiones hay insatisfacción por la atención percibida –listas de espera, falta de profesionales, tramites del servicio de salud– y las demandas no atendidas del usuario, «además de las que son ajenas al propio sistema o a la asistencia», precisa. Pero en otros casos se explican por la mayor concienciación en el colectivo de enfermería de que hay que denunciar cualquier tipo de agresión. «Esto es fundamental para que se visibilice este inaceptable problema», apunta García Romero. En paralelo, «hemos mejorado los sistemas de registro y somos capaces de identificar más casos que antes no se contaban, tanto desde las instituciones como desde los colegios».
En concreto, desde el Colegio de Enfermería de La Rioja asegura que están trabajando para identificar también las agresiones en la sanidad privada que a día de hoy no estarían recogidas en los informes. «El respaldo a nuestros colegiados debe animarles a no quedarse callados ante estas situaciones».
La representante de la entidad colegial recuerda que las enfermeras están sometidas a una «presión asistencial enorme» debido al «déficit crónico» de enfermeras que sufre España, una carencia también reconocida por el Ministerio que abordó esta situación en el informe Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España, 2024.
Y detrás de las agresiones hay agresores ¿quiénes son mayoritariamente? ¿hay un perfil típico? De acuerdo con los datos nacionales del departamento que dirige Mónica García a los que de nuevo se remite la representante de la entidad colegial riojana, en el 71% de los casos la agresión proviene del propio paciente y en un 29%, de familiares o acompañantes. Y de todo tipo de violencia que se emplea contra los profesionales de enfermería predominan las agresiones verbales, como insultos y amenazas, sobre las físicas, con lo que en muchas ocasiones estos episodios no se denuncian y se mantienen en la sombra.
«No somos responsables de los fallos del sistema sanitario»
Carmen García Romero, secretaria de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja, es contundente al afirmar que no son «responsables de los fallos del sistema sanitario, sino que a menudo también los padecemos». «Las enfermeras riojanas –sigue– merecen ejercer su profesión en un entorno seguro y con el respecto que su labor merece». En cualquier caso, siempre que se produzca la agresión recomienda tolerancia cero, que se notifique de inmediato para poder registrar el incidente y que se comunique al colegio donde se ofrece asesoramiento jurídico, apoyo psicológico y acompañamiento durante todo el proceso.
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