Iván Sagasti
Este estudiante del IES D'Elhuyar, que tiene pensado estudiar Veterinaria en Zaragoza, no se esperaba una nota tan alta como la que ha obtenido en la prueba de Selectividad
Iván Sagasti Montalvo, al igual que Alberto Espiga, ha rozado la excelencia educativa en La Rioja con notas de vértigo que sólo unos pocos logran ... a lo largo de su etapa académica.
A Iván la buena nueva le pilló en Ezcaray. Este fin semana pasado se había ido a este municipio de la zona alta del Valle del Oja con unos amigos. La idea era descansar y disfrutar. Y allí todavía permanecía ayer cuando sus colegas y él se adentraron en la página web de la Universidad de La Rioja para consultar sus calificaciones. La sorpresa se la llevó al comprobar que la suya era la más alta de toda la fase obligatoria de la PAU. La reacción fue de tremenda alegría y de «celebración». En su caso se esperaba una buena nota, «pero tanto no como la que he conseguido», apunta.
Iván tiene 17 años, en octubre cumplirá la mayoría de edad, y para entonces, si todo se cumple tal como lo tiene pensado, estará estudiando el grado de Veterinaria en Zaragoza. Es la carrera que ha elegido, la que siempre ha querido y la que se puede permitir sin duda después de haber logrado la nota más alta en la fase obligatoria de la PAU. Un 9,788 que le abre las puertas a prácticamente todo.
De media, terminó Bachillerato con un 9,94, así que la nota de la antigua Selectividad roza la perfección: 9,879, sólo una centésima por debajo de la obtenida por Alberto Espiga, el mejor resultado de la PAU de toda la comunidad autónoma.
El secreto para conseguir una meta que no se esperaba está, dice, «en hacer mucho durante todo el curso». Lo de apretar codos los últimos días no va con él. La constancia y la perseverancia son los ingredientes fundamentales en su caso para tener un curriculum de vértigo, el que se trabaja a diario, aunque sin dejar de lado los ratos con sus amigos, como el pasado en Ezcaray, quizá como premio del más que aprobado que intuía, aunque nunca pensó que podía ser tan alto.
Este logroñés, estudiante del IES D'Elhuyar podrá pasar un verano tranquilo, en su pueblo, en Arrúbal, «disfrutando, con eso me vale».
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