Alberto Galiana

Consejero de Educación del Gobierno de La Rioja

«Sería minusvalorar la enseñanza pública pensar que en igualdad de condiciones se elige un concertado»

– El pasado lunes se abrieron las aulas para una cifra récord de docentes que contrasta con la caída cada vez más acusada de la natalidad. ¿Preocupa el descenso? ¿Llegará un punto en que no quedará más remedio que cerrar centros o eliminar unidades?

– El número de alumnos es relativamente estable, solo cambia su composición. Tenemos una bajada importante en Infantil y en Primaria, pero se compensa con creces con el crecimiento en Bachillerato y, sobre todo, en Formación Profesional. Este aumento es muy positivo, pero nos preocupa el descenso demográfico, que en general permite conseguir una mejor atención porque los grupos son más reducidos. La apuesta, en todo caso, es mantener en la medida de nuestras posibilidades las estructuras de los centros.

– La FP ha batido récords este año, pero ha dejado listas de espera de más de 1.600 alumnos y 2.500 vacantes. ¿Ha llegado ya a su tope de crecimiento?

– No, aún tenemos margen de crecimiento, pero ha de ser armónico y estar basado en el buen análisis y en la prospectiva que podamos realizar de los diferentes sectores productivos. Pronto abordaremos con los sindicatos y con la patronal la perspectiva, pero que tengamos más de 2.000 vacantes y 1.600 alumnos que no pueden cursar el ciclo que es de su elección indica que no solo hay que crecer. Hay que redistribuir la oferta para satisfacer en mayor medida las elecciones de los alumnos y lograr que tengan capacidad de incorporarse al mundo laboral tras obtener el título. De nada sirve tener una oferta muy amplia en un sector muy demandado y que no haya capacidad de absorción por parte del tejido productivo.

Más infraestructuras

– El martes rechazaron aceptar fondos para crear nuevas plazas y ciclos de FP. ¿Se puede permitir La Rioja rehusar 1,2 millones de euros cuando hay falta de espacio y dos centros, como son los de Calahorra y Lardero, aún sin licitar?

– La Rioja actuó con responsabilidad, porque lo irresponsable hubiese sido aceptarlos en esas condiciones. La letra pequeña de la oferta del Ministerio no se podía aceptar, porque no contempla las infraestructuras ni considera más allá de un año de financiación de esas posibles plazas, por lo que no hay una garantía de continuidad. Tenemos que conseguir más infraestructuras, pero estas no se innovan ni se improvisan de la noche a la mañana, sino que requieren de una inversión. Ahora estamos sacando adelante los centros de Calahorra y Lardero y la apuesta por las infraestructuras es clara, pero para ello el Gobierno de España no ha ofrecido ni un euro.

– Antes del inicio del curso, arreciaron las críticas por la falta de docentes en las aulas. ¿Cuántas vacantes faltan por cubrirse aún en la región?

– La cifra se actualiza en tiempo real, porque estamos trabajando tanto en los llamamientos como en aquellas especialidades en las que hay menos candidatos, como Informática, en las que hay que acudir a las oficinas de empleo. El dato cambia casi cada hora, pero ahora faltan unas 77 vacantes, lo que supone que cerca del 99% de las plazas están cubiertas. Ese 1% restante, que no implica que los niños estén sin atención, porque hay profesores que acuden a cubrir esas vacantes de forma temporal, se abordará en los próximos días. Estamos haciendo avances, pero no vamos a parar hasta cubrir todas las plazas, de hecho llegaremos pronto al cien por cien.

– La falta de docentes en Informática no es nueva. ¿No existe ninguna fórmula para adelantarse a esta escasez de personal? Los sindicatos reclaman una mejora en el sistema de provisión de sustituciones y que se adelanten los llamamientos a junio.

– Es complejo, porque la logística para poder hacer todos los llamamientos requiere de muchas horas de trabajo y de muchos profesionales de todos los ámbitos. El acuerdo al que llegamos el jueves en el seno de la Mesa Sectorial con tres organizaciones sindicales ha demostrado una capacidad de diálogo para poder ver juntos cómo mejorar un sistema que lleva años funcionando así. Ahora tenemos la responsabilidad y vamos a mejorarlo de forma notable con un esfuerzo en la gobernanza y con una mayor cercanía a las organizaciones sindicales, estableciendo un canal más directo de comunicación para que se atiendan con mayor fluidez las consultas que se puedan realizar por parte de los docentes o sindicatos. También empezamos a pactar un calendario para mejorar los procedimientos y llegar más a tiempo.

– Hubo sindicatos que criticaron que este acuerdo solo era una declaración de intenciones y que no se atendían otras cuestiones, como las económicas.

– Respetamos que haya sindicatos que decidiesen no acogerse a este acuerdo, pero me parece una equivocación. El hecho de que aludan a cuestiones sin resolver en otros ámbitos, como el económico, me parece que es una excusa para utilizar de forma sesgada unos problemas que son de todos y que queremos solucionar entre todos. El acuerdo suscrito con los sindicatos no implica que vayan a renunciar a obtener después otras mejoras para los docentes.

– Hace más de seis meses anunciaron el regreso de la zona única de escolarización, a pesar de las críticas de que esta medida solo beneficia a la concertada.

– Esto no es así. Tenemos centros públicos y concertados de grandísima calidad, cada uno con su proyecto educativo. La recuperación de la zona única ha permitido una mayor fluidez y capacidad de decisión de las familias de Lardero, Logroño y Villamediana para satisfacer en mayor medida las peticiones de centro que solicitan para sus hijos. Una muestra del buen funcionamiento de esta medida es que se han reducido en un 70% los recursos administrativos presentados ante una insatisfacción por la escolarización. En cuanto al perjuicio de la enseñanza pública, sería minusvalorarla pensar que en igualdad de condiciones las familias van a elegir un concertado. La gente elige lo que cree mejor para sus hijos y no podemos establecer que una red sea mejor que otra, porque son complementarias y de gran calidad.

– ¿Han determinado ya si los centros concertados pueden volver a dar un punto extra a los hijos de antiguos alumnos?

– No. El pasado curso introdujimos cambios, pero no modificamos el decreto que regula la escolarización. No lo hicimos por prudencia, porque se necesita tiempo para analizar bien los cambios y las implicaciones. Estamos estudiando cómo mejorarlo con los datos del año anterior, pero todavía no tenemos una decisión.

– La separación por sexos del colegio Alcaste-Las Fuentes está blindada legalmente hasta este curso, último año de vigencia del concierto. ¿Lo renovarán?

– Cuando finalice este curso tendremos que tomar decisiones. Aún estamos analizamos jurídicamente cuáles son las implicaciones y lo haremos con el máximo rigor de diálogo y de profundidad.

– Este curso también habrá un nuevo decreto de convivencia. ¿Se han dado ya más pasos para que tenga lugar su aprobación?

– Aprobaremos lo que falta del decreto en breve. El marco normativo que estamos desarrollando permitirá mejorar el clima en las aulas a través de un equilibrio entre lo que son las medidas de apoyo al alumno y de ayudarle a entender que tiene que interiorizar determinadas conductas positivas con la posibilidad de sancionarle cuando sea necesario y como último recurso. Estamos en contra del modelo anterior, no solo porque no funcionaba sino también desde un punto de vista antropológico y conceptual, porque el buenismo que incorporaba solo conducía a personas que no son capaces de aceptar sus responsabilidades, lo que es inaceptable.

«Una utilización sesgada»

– Ya anunciaron la recuperación del cheque-bachillerato y la pretensión de avanzar hacia la gratuidad total de este nivel educativo. ¿Hay alguna fecha?

– La convocatoria está ya publicada y los centros ya la han solicitado, por lo que entra en vigor desde este curso. Los datos son cambiantes, pero alrededor de 720 familias podrán beneficiarse de 800 euros anuales. Nuestro propósito es avanzar hacia la gratuidad, pero esto tiene que hacerse de manera progresiva y, desde luego, no perjudica a nadie. Porque decir que las familias que acuden a estos centros son de rentas altas no es decir toda la verdad.

– Algunos grupos de la oposición criticaron el acercamiento con este tipo de medidas a la escuela concertada y acusaron al Ejecutivo de perjudicar a la pública.

– No es así. Parece que todo es un juego de sumar ceros, pero estamos mejorando mucho la enseñanza pública con una cifra récord de docentes y con el presupuesto más alto de la historia. A pesar de esta mejora tan notoria, queremos gastar dinero en la concertada porque se lo merecen las familias que llevan a sus hijos allí. Si mejoramos las dos redes, ¿de dónde se sacan que una medida perjudica a la otra? Es mentira, una utilización sesgada y una estigmatización decir que la concertada solo es para ricos, lo que es falso.

– Las familias riojanas, en cualquier caso, pagarán este curso el menú escolar más caro del país.

– Es cierto, pero hay que valorar que hace un año nos encontramos con un contrato de comedor en el que se había primado el precio de forma desproporcionada, lo que nos conducía al fracaso. Eso fue lo que le ocurrió a una empresa que, desgraciadamente, no supo afrontar en las debidas condiciones el desafío que se le presentaba, con unos precios que, además, apenas daban para cubrir sus gastos. No nos parecía adecuado y cuando aparecieron los problemas, nos pusimos a trabajar de inmediato con los afectados, con padres y madres, con FAPA, con personal de cocina, directores de centros y con técnicos de la Consejería de Salud y de Educación para elaborar unos pliegos en los que se primara por encima de todo la calidad. Las condiciones están ahora mismo entre las más estrictas y de la más alta calidad de España. Si nuestra calidad y nuestra exigencia es la mejor del país, es lógico que los precios hayan subido. Entendemos que hay muchas personas y familias que tienen problemas y, por eso, hemos abordado un crecimiento sin precedentes en las becas de comedor y la gratuidad en la etapa de 0 a 3 años en los centros públicos.