Miguel Ángel García
Los boticarios riojanos abogan por desarrollar la farmacia colaborativa y lograr «una mayor implicación dentro del sistema de salud»
El pasado jueves, los farmacéuticos celebraron su día mundial con diversos actos en un momento especial, ya que después de casi 30 años cuentan con ... un nuevo marco legislativo regional. Un avance importante, según su presidente Miguel Ángel García, que ahora debe completarse con el desarrollo del texto.
– ¿Es la ley aprobada por el Parlamento de La Rioja la que necesitaba el sector?
– La farmacia necesitaba estabilidad y garantías. No es fácil elaborar una ley, especialmente una tan técnica que ha supuesto un gran esfuerzo por parte de los servicios de Ordenación Farmacéutica, de la Consejería, del Colegio, del Parlamento... Se ha trabajado mucho y es una ley muy buena.
– Habla de estabilidad. ¿Viven las farmacias con zozobra?
– La zozobra viene de Madrid por otros temas. Lo que se ha logrado con la ley regional es mejorar la planificación farmacéutica, ordenar mejor la profesión. Por ejemplo, cada tres años se plantea revisar el marco de establecimientos sanitarios. Al mismo tiempo se rebajan distancias y se permite desarrollar nuevas farmacias en núcleos de expansión. Pero, sobre todo, la ley es importante para el medio rural, ya que introduce un factor fundamental: los botiquines, que se instauran como un centro sanitario bajo la tutela de un farmacéutico. Además, con la nueva ley se puede compatibilizar el horario de la farmacia con los botiquines adscritos, lo que nos permite ir de la mano de los médicos en los consultorios de las localidades pequeñas y eso es muy bueno para el paciente.
– Tras aprobarse la ley, toca el desarrollo de aspectos importantes como la flexibilidad horaria.
– Lo que nosotros conocemos es que se va a tender a la flexibilidad. Va a haber más horarios para las farmacias y, en el caso de los municipios de menos de 1.500 habitantes, se van a poder acoger al nuevo sistema. En las ciudades habrá cuatro o cinco tipos de horarios, entre los que deberá escoger cada farmacéutico y pedirlo al Colegio, con unos determinados requisitos para cada uno. Pero eso lo veremos en el decreto.
– La ley también parece dar más relieve al papel sanitario de los farmacéuticos.
– En la farmacia, además de dispensar medicamentos e informar sobre ellos, hacemos un trabajo asistencial importante. Una de cada cinco personas que entra no va a por medicinas. Nuestra labor es asistencial y social. Y de la mano de la Administración o de otras asociaciones estamos trabajando más ese aspecto. Por ejemplo, en Logroño hemos llevado a cabo un proyecto sobre soledad no deseada con muy buenos resultados que ahora va a llegar a toda La Rioja. En octubre, además, vamos a firmar un convenio con la Consejería sobre escuelas rurales de salud, para pueblos muy pequeños en los que se va a implantar un sistema personalizado de dosificación para personas vulnerables o gente mayor que vive sola. Esperamos que sea un éxito y extenderlo a otros colectivos.
– Las farmacias son puerta de entrada al sistema sanitario...
– Cada día por las farmacias riojanas pasan 20.000 personas, así que en muchas ocasiones somos el primer punto de contacto.
– Sobre todo en un momento de cierto colapso de Primaria, con tantas demoras para las citas.
– Lugar más accesible que una farmacia no existe. La labor de las farmacias es fundamental para aliviar la presión asistencial. Se pueden realizar consultas, plantear dudas, el profesional puede derivar al centro de salud... El médico debe prescribir y eso es un principio básico. Nosotros colaboramos, pero sin entrometernos.
– ¿Qué pueden hacer?
– Existe la figura de la farmacia colaborativa, que está muy poco desarrollada. Queremos implicarnos más en el sistema, tener una colaboración más directa con los centros de salud, ya que ahora se provocan problemas como la acumulación o duplicación de medicamentos. Y que se nos escuche en peticiones muy razonables como que los medicamentos de uso hospitalario puedan ser dispensados por farmacias a las personas que vivan lejos de Logroño y así evitarles desplazamientos.
– En La Rioja hay 158 farmacias. ¿Son muchas o pocas?
– Estamos por debajo de la media nacional y contamos con muchas farmacias en municipios pequeños. La Rioja dispone de un buen servicio que llega a todos los lados gracias a los 48 botiquines en localidades donde no hay botica. El 95% de los riojanos tiene una farmacia a cinco minutos de su casa. Es un éxito que creo que hay que mantener.
– Parece complicado pensar en rentabilidad en esas farmacias en pueblos pequeños.
– En La Rioja hay 18 farmacias de viabilidad económica comprometida, que reciben una ayuda mensual por parte de la Administración. Si queremos mantener el servicio en los pequeños municipios, necesitan ayudas.
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