Una lucha continua
Manoli Muro | Presidenta de Aspace Rioja ·
Manoli Muro preside Aspace Rioja, entidad nacida en 1982 y que cuenta con 400 voluntarios
Cuando uno menos se lo espera, el rumbo de la vida puede cambiar. Sin embargo, lo importante siempre es saber enfocarlo de la mejor forma ... posible y ser capaz de aprovechar cualquier situación para sacar algo bueno de ello.
Algo así le ocurrió a Manoli Muro, presidenta de Aspace Rioja, del CERMI La Rioja, de la Confederación Aspace, y también vicepresidenta del CERMI Estatal. En este caso, la laguchina tuvo hace 47 años un parto tormentoso y, como consecuencia del mismo, su hija Elena nació con parálisis cerebral. Todo ello, en un momento en el que estos niños no tenían futuro ni tratamientos. Aun con esto, la riojana salió adelante, cogió fuerzas y emprendió un peregrinaje en el que se topó con Aspace Navarra, gracias al que se informó y pudo nacer Aspace Rioja en 1982.
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Un total de diez familias se unieron en la región con el fin de que la sociedad conociera lo que es una persona con parálisis cerebral y de que tuvieran derecho a unos tratamientos y a una educación. «Ahí empezamos nuestra lucha, fuimos muy valientes y, al poco de comenzar, compramos un piso. Luego, se fueron sumando chicos que necesitaban centros ocupacionales de día y fuimos creciendo hasta llegar a lo que tenemos: 400 voluntarios y más de 500 personas censadas con parálisis cerebral, a las que les damos orientación, asesoramiento y, en definitiva, una respuesta en función de su necesidad», explica.
Aspace Rioja, nacida en 1982, cuenta hoy con 400 voluntarios
«Después de 37 años estamos luchando por que tengan una buena calidad de vida a través de los tratamientos y centros específicos, que tengan una plaza de residencia, que puedan acceder al mundo laboral -hay 108 personas trabajando con discapacidad, y de ellas, solamente el 15% son personas con parálisis cerebral-, que cuenten con atención temprana, y otros muchos servicios necesarios», explica.
A pesar de que han logrado mucho, les queda infinidad de retos por alcanzar. «Nunca vamos a poder decir que ya hemos conseguido todo, es un trabajo, una lucha, continuo», dice. Los retos para el año 2020 son las plazas de residencia necesarios y los pisos tutelados.
Sin duda, «las personas, conocer el mundo asociativo, el equipo con el que trabaja y la satisfacción personal al saber que está luchando por otras personas» es lo mejor que se está llevando. Como presidenta y como madre explica que «hay que disfrutar del hijo donde se pueda, porque son los que nos dan la vida, son cariñosos y agradecidos y merece la pena luchar por ellos, con la mirada que te echan lo ves, y eso no tiene precio», concluye.
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