«Hacer hoy una predicción es casi arte de magia»

«La bajada del precio del petróleo viene fundamentalmente por todo el revuelo por los aranceles anunciados por Donald Trump, lo que provocaría menos movimiento en el comercio internacional. También hace unos días anunció la OPEP que va a aumentar la producción en casi medio millón de barriles, con lo que también lo deberíamos notar», explica, para recordar que «luego está la realidad y el lunes subió el petróleo en casi un 3% tras anunciarse que China y Estados Unidos habrían llegado a un acuerdo».

«Es cierto que el petróleo está en unos precios muy bajos y que el dólar también ha bajado, pero la realidad es que el gasóleo y la gasolina no están tan baratos como han podido estar en otras ocasiones cuando el barril estaba en los valores actuales», incide Ana Benés, quien recuerda que, «además de que hay unos costes fijos de refinado que están más altos que hace diez años», aclara que «los impuestos a los carburantes rondan el 40% del precio total».

Por todo ello, prefiere callar, ser prudente. «Desde que empezó la guerra de Rusia y Ucrania, hacer una predicción es casi arte de magia. Antes sí que era mucho más fácil a corto plazo o a medio, pero ahora es muy complicado porque mañana un señor como Trump toma una decisión y nos afecta a todos y la consecuencia es que haya una subida o una bajada del petróleo».

Tras insistir, accede a un último apunte: «Si realmente Estados Unidos y China llegan a un acuerdo y ojalá podamos decir que con Europa se llega a otro pacto, es posible que las cosas se tranquilicen y el precio suba y se estabilice, porque una bajada generalizada de todo en ningún sector es buena. Pero, insisto, no me atrevo a decir nada. Todo depende de las decisiones políticas».

«Hablamos por hoy y efectivamente no es un mal momento, el petróleo está a buen precio, es complicado que baje mucho más, el gasoil y la gasolina han bajado y eso es bueno para todos, para el transporte, para las empresas y para el consumidor final. Pero una decisión política puede hacer que en una o dos semanas estemos hablando de totalmente lo contrario», concluye.