Las Urgencias del San Pedro rozan los 400 pacientes al día a la espera del pico de la gripe

Las comidas familiares o de amigos, las reuniones, los brindis... suponen también que bacterias y virus salten alegremente entre las personas para, tras unas jornadas de incubación que ahora se están cumpliendo, eclosionar con los resultados de sobra conocidos.

Y los datos del Servicio Riojano de Salud confirman esta tendencia epidémica al alza. El martes, 7 de enero, se atendieron a 388 personas en Urgencias del San Pedro, mientras que un día antes, en Reyes, fueron 318, y el 5 de enero, 365.

«Está claro que nos encontramos en un período pandémico y debemos estar preparados para evitar la sobrecarga asistencial que se va a producir», ha explicado Francisco Julián Villaverde, director de Asistencia Hospitalaria del San Pedro. «El pico aún no ha llegado, pero puede llegar en cualquier momento», ha sintetizado este miércoles el responsable facultativo, que recordaba que el año pasado a la cima se llegó el 26 de diciembre, mientras que este año esa fecha se está retrasando.

A la espera de ese arreón final que siempre lleva a los límites al sistema, la presión asistencial resulta más que evidente. Por ejemplo, en la noche de Reyes, desde admisión del Carpa se advertía a los pacientes que las esperas podían dilatarse durante al menos cinco horas. Este miércoles, en el San Pedro, la entrada a Urgencias era un hervidero, con la sala de espera repleta durante toda la mañana y los trabajadores, a destajo, tratando de capear el temporal.

Además, adentrarse en el servicio suponía meterse en una especie de túnel del tiempo. Un elemento llamativo volvía a convertirse en casi imprescindible: la mascarilla.

Los tapabocas sanitarios, de un brillante azul celeste, se podían ver ocultando bocas y narices de casi un tercio de los presentes. En los próximos días serán más los que opten por esta protección, puesto que la multiplicación de contagios y las advertencias del Servicio Riojano de Salud (el martes activó el nivel 2 del plan de contingencia por gripe e infecciones respiratorias) devolverán la cotidianeidad a las mascarillas, con una recomendación especial a los sanitarios.

«No queremos repetir los errores del covid y debemos proteger a la población y también a los profesionales. El uso de mascarillas es fundamental. Primero, para no propagar esta infección a las personas más vulnerables y, segundo, para proteger a los profesionales que son los que al final tienen que estar dando el callo», ha analizado Julián Villaverde, que también ha hecho hincapié en la higiene y en evitar las conductas que propaguen estas enfermedades respiratorias. «Hay que actuar con sentido común», ha sentenciado.

Pilar, tras casi tres horas en Urgencias, reconocía sentirse «agotada» por la espera y por la enfermedad. «No queda más remedio que esperar y esperar, pero esto desespera a cualquiera», ha señalado con cara de resignación.

Algunos de esos pacientes que este miércoles aguantaban al límite de sus fuerzas a causa de la gripe (la incidencia del covid resulta todavía muy pequeña), acabarán hospitalizados, por lo que, entre otras medidas, ya se han doblado controles de la sexta planta y desde este viernes, por ejemplo, se ampliarán de 70 a 80 las camas que ofrece Hospitalización a Domicilio, con la promesa de un refuerzo de personal.

La situación no sorprende a sindicatos como CSIF, desde donde aseguran que anualmente se viven momentos similares y que falta previsión. «Se va a desborda ya. Siempre sabemos que este momento va a llegar, aunque nunca la virulencia ola enfermedad, y creo que no se toman las medidas preventivas necesarias», ha explicado Sonia Aparicio.

La responsable de CSIF ha hecho hincapié en varios aspectos. Por ejemplo, el bloqueo que cotidianamente viven las ambulancias, con Urgencias desbordados, al no poder ingresar a enfermos, la falta de personal o la carencia de camas. «Ha habido suerte porque en estas semanas ha bajado la actividad quirúrgica, pero cuando se retome, ¿qué va a pasar?», se preguntaba Aparicio, quien recuerda, por ejemplo, la infrautilización del Hospital Provincial. «El San Pedro se ha quedado pequeño. Hacen falta más camas», ha reivindicado.