El factor humano, clave para unas alianzas interuniversitarias exitosas
En Colombia se ha hablado de esos acuerdos cruciales para afrontar los nuevos retos de las universidades, irrealizables individualmente
Ante los nuevos desafíos a los que deben enfrentarse las universidades, se observa la cada vez más que necesaria alianza interuniversitaria. Sobre ello se ha hablado en el seminario de 'Cooperación Interuniversitaria en América Latina' celebrado en Colombia y organizado por UNIR, la Universidad del Quindío, la Universidad Tecnológica de Pereira, la Universidad de Caldas, Ascun, SUE y ACEIT. «En UNIR hemos venido desarrollando cumbres donde hemos reunido a expertos de América Latina en temas claves para la universidad del siglo XXI como la digitalización, la calidad o la internacionalización. Veíamos necesario dedicar un espacio a la cooperación interuniversitaria», explica Manuel Herrera, director académico de Relaciones Internacionales de UNIR. Para él, los grandes retos que tienen las universidades en la actualidad «no los van a poder afrontar individualmente, sino mediante redes de relaciones».
UNIR puede aportarles su «experiencia en materia de digitalización y de enseñanza en línea de calidad», porque en estas alianzas latinoamericanas «no somos un elemento extraño, sino una parte más de sus sistemas universitarios».
Como reconoce Isabel Díez Vial, vicerrectora de Transferencia de UNIR, «se nos pide cada vez más que tengamos capacidad innovadora» y que todo el conocimiento generado «no se quede en la propia universidad, sino que sea poroso a la sociedad y que hagamos cosas que tengan, igualmente, un impacto para la sociedad». La transferencia es, por tanto, una gran oportunidad, pero también «es la gran desconocida porque supone un cambio de planteamiento de lo que hemos estado haciendo hasta ahora».
«La transferencia es la gran desconocida y supone cambiar lo que se ha hecho hasta ahora»
Isabel Díez Vial
Vicerrectora de Transferencia de UNIR
Ella hace hincapié en que para poder hacer transferencia debe haber, previamente, «mucha investigación realizada». Y entiende que para abordar el reto de una investigación, transferencia y docencia buenas «se precisa un equipo sólido capaz de abordar estas cuestiones. La transferencia difícilmente puede ser un trabajo individual de un investigador». Al igual que ese equipo, necesita estar dentro de una institución que la incentive.
Ha puesto el ejemplo de iniciativas como un programa, en colaboración con varias universidades, para ayudar a combatir la desnutrición infantil en Ecuador, o un proyecto conjunto con la Universidad de Navarra donde están trabajando las adicciones en un sentido amplio. «La transferencia tiene un componente territorial muy grande». Si bien la idea final es buscar un equilibrio entre la adaptación territorial y el carácter más global. «Por un lado conozco el contexto y, por otro, soy capaz de, uniéndome a otras universidades, ver qué puntos hay en común para llevarlo a otras partes con las adaptaciones necesarias».
Un valor añadido
Es esa diversidad de enfoques lo que resalta Daniel Burgos, vicerrector de Proyectos Internacionales de Investigación de UNIR: «Tener gente con culturas distintas, idiomas parecidos, pero con sus peculiaridades, formas distintas de abordar los proyectos, las problemáticas y las soluciones y aun así entendernos». También se da un reto logístico al trabajar con universidades de diferentes países, desde el punto de vista administrativo.
Él considera que el factor clave para que las alianzas interuniversitarias tengan éxito es el humano. Y apunta que para que todo funcione adecuadamente es vital «la empatía y la confianza que generes con esa persona que no conoces de nada». Y lo asemeja a la función del director de orquesta, al frente de músicos que tocan instrumentos de manera virtuosa, «pero al final tienen que funcionar juntos. Hay que encontrar esa química conjunta».
«Como un director de orquesta, en las alianzas interuniversitarias hay que encontrar esa química conjunta»
Daniel Burgos
Vicerrector de Proyectos Internacionales de Investigación de UNIR
Para medir el impacto de esa colaboración interuniversitaria, se tiende a recurrir a unos indicadores como los artículos científicos, tesis doctorales, etc. Sin embargo, para Burgos también deberían tenerse en cuenta los intangibles, es decir, «el impacto en medios; que te citen en un programa de radio o televisión...». Valora esa reputación de la universidad como agente social y destaca que en seminarios híbridos como este hayan participado 4.500 personas «mostrando en todo momento ese deseo que tienen en América Latina de aprender, compartir, debatir y hablar. Tordo ello hace que cualquier esfuerzo que hagamos desde UNIR merezca la pena».